sábado, 30 de mayo de 2009

Yo, El Gato


imagen: Charles Wysocki




Yo, El Gato




*Mochi = pastel de arroz japonés

Tenía que decidirme. Y me decidí. Dejé caer el peso de mi cuerpo sobre el tazón y mordí, no más de una pulgada, una esquina del mochi *. Con la fuerza que hice hubiera sido capaz de partir cualquier cosa. Pero quedé aterrorizado cuando, creyendo que ya tenía suficiente, traté de separar los dientes de la masa glutinosa. Noté que los dientes se me habían quedado hundidos. Quise clavarlos de nuevo, pero me era imposible mover la dentadura. Cuando me di cuenta de que el mochi poseía un hechizo especial, ya era tarde. Lo mismo que un hombre caído en una ciénaga , que se hunde más cuanto mayores esfuerzos hace por sacar los pies, así yo; cuanto más mordía, mayor peso sentía en la boca. Se me habían inmovilizado los dientes. Una fuerza resistía a mis mandíbulas. Por causa de esa fuerza, no encontraba medio de salir de aquel atolladero... Por más que movía la dentadura, no encontraba solución. Era un proceso eterno, tan interminable como dividir diez entre tres.
En medio de esta agonía di, sin querer, con otra verdad: "Todos los animales prevén instintivamente lo conveniente y lo inconveniente de las cosas". Había descubierto ya dos verdades. Más como mis dientes estaban adheridos al mochi, no sentí ningún alivio. Mi dentadura, hundida en la masa viscosa, me dolía. Además, si no cortaba pronto y huía, estaba expuesto a que viniese la criada. Las niñas habían cesado de cantar y pronto vendrían a la cocina. En aquel trance angustioso, agité violentamente la cola, pero sin resultado alguno. Estiré las orejas y las encogí. Todo inútil. Pensándolo bien, ni las orejas ni la cola tenían que ver con el pegajoso pastel. Como recurso final se me ocurió servirme de las manos. Primero levanté la mano derecha, haciéndola girar alrededor de la boca. Luego alcé la mano izquierda y la moví vertiginosamente alrededor del hocico. Pero ni con eso desaparecía el hechizo. Convencido de que la paciencia era lo más importante, empecé a agitar alternativamente ambas manos. Aun así, los dientes continuaban incrustados en el mochi. Aquello me pareció complicado y adopté la táctica de mover las dos manos simultáneamente. Y, cosa maravillosa, llegué a sostenerme sobre las dos patas. Tuve la impresión de haber dejado de ser gato. Mas, en semejante trance, lo que menos importaba es que fuese gato o dejase de serlo. Me arañé desesperadamente la cara empleando toda la fuerza de que era capaz para conjurar el mal espíritu de la viscosa pasta. Al mover las manos violentamente, perdía el equilibrio y me ponía en peligro de rodar por el suelo. Para no caerme, debía saltar con las patas para guardar el equilibrio. No podía estar quieto en el mismo lugar. Por lo cual me vi obligado a dar saltos por toda la cocina. Sentí orgullo de mi habilidad y, de improviso, apareció ante mis ojos una tercera verdad: "Frente al peligro, es uno capaz de hacer lo que ordinariamente es irrealizable. Esto se llama : don del cielo.



Natsume Soseki

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jueves, 28 de mayo de 2009

Merengue . Esa cumbre suave y esponjosa



Merengue . Esa cumbre suave y esponjosa





Hoy nos vamos a poner las botas, de merengue.

Sí .

Y es que este rico y elástico dulce con apariencia de nata batida , pero realizado a base de claras de huevo montadas a punto de nieve con azúcar con el que se decoran las tartas , o que incluso tras horas y horas de cocción se come endurecido y crujiente por fuera mientras se mantiene flexible y esponjoso por dentro , tiene también su historia.

¡Faltaría plus!

Hay quien asegura que su origen data allá por 1720 cuando a un pastelero italiano -que se vé que estaba aburrido el hombre sin nada mejor que hacer ese día ...- se le ocurrió empezar a aprovechar las claras sobrantes tras haberlas separado de las yemas ; por no dejarlas ahí solitas más que nada , que le miraban con pena ...

La cuestión es que, al parecer , el tal, vivía en un pueblecito suizo llamado Meiringen (de ahí el nombre, se vé ...)

Meiringen -Merengue, ah, pues sí, suena verosímil .

Pero noooo, ¡qué vá!, no está tan clara -nunca mejor dicho- la cosa, pues hay quien asegura que su autoría se debe en realidad al cocinero de su majestad polaca Estanislas Leszczynski, a partir de una receta alemana, ¡toma ya! , llamada: "Marzynka" (fantasías) .

Véte a ver cual es la verdad, yo... la verdad... -y pese a que pueda parecer otra cosa-: aquel día no estaba.

Lo que si es seguro es que los primeros merengues se empezaron a servir en Francia , concretamente en Nancy, en la corte de Estanislas Leszczynski, y que la reina María Antonieta (por entonces hija de Estanislas y años después reina y esposa de Luis XVI, de Francia, of course-) se hizo , ya desde niña, una gran forofa de ellos .
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Tan es así que a menudo era ella misma , antes de quedarse sin cabeza, se supone, quien en el castillo de Trianon los realizaba con sus propias manitas ; si bien es verdad que los hacía en su versión "vacherin" (imagen) (anillos/cestita endurecida de merengue cocido , rellenos de crema batida) .

En España, el primer dato donde aparece reflejado es en el "Arte de Repostería" de Juan de la Mata (1747) donde aparece una capítulo dedicado en exclusiva a ellos .
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Y bien digo, a ellos, pues has de saber que en principio existen tres variedades diferenciadas de merengue : francés, Italiano y Suizo, dependiendo de su forma de batido ( en frío o en "caliente") y del método de añadir el azúcar ( en frío o caliente en almíbar)

Antiguamente, el método de formar los nidos de merengue, o las distintas formas puestas a cocer se realizaban empleando una cucharita.
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No sería hasta la llegada del gran maestro de la cocina, Carôme , que el merengue se introdujera dentro de la manga pastelera, y por consiguiente sus formas y ondulaciones lucieran mucho más.
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Bueno, pues ahora ya lo sabes ...
el merengue está servido , así que :

¡a disfrutar!


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martes, 26 de mayo de 2009

Tadahiro Uesugi . La personalidad y la línea




Tadahiro Uesugi . La personalidad y la línea



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Nacido en 1966 , este ilustrador japonés de trazo inconfundible, facilmente reconocible, creó escuela "desempolvando" un estilo propio del Pop y los años 60´s que incluso Custo Barcelona o el mundo publicitario actual (las campañas de Martini, por ej) recuperarían precisamente por su atractivo e impacto visual. Sin embragoen complejísimas composiciones, hacen de él algo peculiar dentro del mundo de la ilustración. Con ciertas similitudes con Jordi Labanda, es sin embargo Uesugi su predecesor.


















Si te gusta su estilo échale un vistazo AQUI

sábado, 23 de mayo de 2009

Los acontecimientos reales

Imagen: Greg Olsen



Los acontecimientos reales



Cuando yo era pequeña , antes de empezar con los cuadernos, inventaba historias para paliar la ausencia de acontecimientos reales. Tenía, tengo, la capacidad de inventar relatos ,cuya duración adapto al tiempo de que dispongo para soñarlos. Es decir, al tiempo en que puedo estar a solas conmigo misma, porque cuando los demás se inmiscuyen con sus propias historias, que no me interesan, me bloqueo y actúo como una autómata, mientras aguardo el momento en que se iniciará una nueva tregua , un nuevo lapso que me permitirá entregarme a mis ensoñaciones.

Te decía que, de niña, empecé a inventar cuentos. Iba de casa a la panadería , y para ese trayecto mínimo, de seis minutos a paso lento, tenía una escena concreta : yo , en la calle, perdida, miserable, viendo pasar a una multitud sin encontrar un rostro conocido. Me recreaba en el cuadro de mi desgracia y lo completaba con descripciones y con algún pequeño monólogo.
Solía llegar a la tienda con lágrimas en los ojos, embriagada por la compasión que mi propia imagen me inspiraba. Estoy segura de que la dependienta tenía la sospecha de que mi familia me martirizaba. La buena mujer no sabía que , en el camino de vuelta a casa, en mi imaginación aparecía un hombre rico que confesaba ser mi verdadero padre , me tomaba en sus brazos y me llevaba a vivir a su palacio.
Con otras variantes, según mi humor, el argumento siempre era el mismo. Trataba de mi pérdida y mi rescate.
Con los años, conforme fui leyendo libros, los cuentos que me contaba se volvieron más complejos , más ricos. Empecé a hacer míos los colores que otros inventaban, porque me parecían mejores que aquellos que veía con mis ojos. Atravesé países y alenté sentimientos que no por ficticios me decepcionaron : al contrario.

Robé a los libros el conocimiento que a mí me faltaba


Maruja Torres
Mientras vivimos
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jueves, 21 de mayo de 2009

Théophile Alexandre Steinlen



Théophile Alexandre Steinlen



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Théophile Alexandre Steinlen (1859 -1923) fue un dibujante y pintor francés de origen suizo que se dedicó fundamentalmente a la litografía si bien empezó su andadura artística como diseñador textil . Estupendo dibujante y con un bagage de cerca de 400 litografías en su haber , realizó además ilustraciones para libros y revistas (Gil BLas o Chat Noir entre ellos) , sin embargo, posiblemente sean la de cartelista y su especial predilección por los gatos sus facetas más conocidas .








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domingo, 17 de mayo de 2009

Rosquillas tontas , rosquillas listas


Imagen: Luis Graner Arrufi



Rosquillas tontas , rosquillas listas


"Cuando vayas a Madrid , chulapa mía..."




...Que diría la canción..

Pues sí, efectivamente el pasado 15 de Mayo, fue la festividad de San Isidro Labrador, festividad madrileña por antonomasia (usea= fiesta en honor San Isidro, patrono de los madriles) .



Día oficial de verbena y jarana a más no poder. Día oficial de tradiciones en el que las gentes se atavían con el traje de Chulapo o Chulapa y recorren los lugares y calles más típicos de Madrid y, si pueden , bailan a un Chotís , dando vueltas muy juntitos subidos encima de una baldosa o ladrillo .


Y día impepinable, ¡como no! de hacerse con las imprecindibles rosquillas, a elegir : Tontas o Listas ... francesas o de Santa Clara.

Dia obligado pues , de comer ¡¡¡ al menos una !!!
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Y no es que durante el resto del año no haya rosquilas en los madriles, no, no es eso, pues también son típicas las de San Antonio, las de Alcalá, las fritas u otras muchas , pero la gracia de estas es precisamente su nombre. Esa especie de chascarrillo desenfadado tan típico de las gentes de Madrid de llamarle tonta a una rosquilla, así... como quien no quiere la cosa.. Y la rosquilla...¡ que ni se enfada ni ná!

Te cuento:

Las rosquillas tontas y listas son, junto con las francesas y las de Santa Clara, una de las más arraigadas tradiciones madrileñas. Empiezan a verse instaladas en puestecillos ambulantes dispuestos para la ocasión , desde el día 1 hasta el 15 de mayo, día de San Isidro .

Pero lo más gracioso es que todas ellas son idénticas en su interior , todas se hacen a partir de una misma masa común, diferenciándose sólo por su acabado final.

Las rosquillas tontas no llevan cobertura alguna (de ahí el sobrenombre). Las listas en cambio van bañadas con un azúcar glaseado y coloreado habitualmente en amarillo (de ahí su otro apodo: "de limón"). Las de Santa Clara van cubiertas con merengue seco y blanco. Y por último las francesas llevan una cobertura a base de almendra picada .
Pero quizás lo más entrañable de la historia de estas rosquillas ( al menos a mi modo de ver ...) es la raíz "clasista" de las diversas variedades.


Parece ser que el origen de la formula de la masa de las rosquillas se remonta a tiempos del imperio romano donde en la -ahora Capital- se encontraban más de cincuenta hornos de pan, que tenían la obligación de hacer una cantidad de pan diaria según ordenanzas de César; sin embargo una vez terminada su labor fija, podían elaborar otros productos aprovechando el calor del horno, entre ellos empanadas y rosquillas.

Y si bien las rosquillas tontas parecen ser las más antiguas y humildes, cuya receta aparece documentada por primera vez en la Edad Media (su masa se realiza con harina, huevo, aceite y granos de anís , dándole el último punto de realización a mano) . Pareciendo las rosquillas más simples ,son sin embargo las más complicadas para darle el aspecto adecuado. Antes de cocer se las baña con yema de huevo que durante la cocción va creciendo y cuarteándose, así pues el tiempo entre que la rosquilla esté a punto o se queme es de apenas unos segundos ; lograr que el interior esté bien cocido pero sin que la base y la parte superior se quemen es muy complicado.


Imagen: Ramón Casas


Las rosquillas listas, según dice Esteban Fernández, quien dedicó más de año y medio a estudiar sus tipos y orígenes, fueron creadas por la tía Javiera, (Javiera del Peso) pastelera de profesión que residía en Fuenlabrada y las vendía en romerías y fiestas y generosamente se dedicó a compartir la fórmula con aquel que se la pidiera . (Graciosamente esta variedad de rosquillas tiene hasta 4 nombres distintos: De la Tía Javiera, la Lista, la de San Isidro o la de Limón) Pero existe otra versión acerca de su origen. Según el dramaturgo Jacinto Benavente , estas rosquillas provienen de Villarejo de Salvanés, pueblo natal de su madre. Dice el Nobel que en 1866, año de su nacimiento, ya no existía la tía Javiera -nombre inmerecido, por no tener la señora sobrinas o hijas-, aunque sí una sobrina segunda que, según el dramaturgo, acudía a Madrid por San Isidro vestida "como una señora de pueblo". Sea como fuere y aunque el misterio de la tía Javiera sigue vigente y no se sabe exactamente su porqué, las rosquillas pululan por las bolsas y carrillos de los madrileños plenamente instauradas como tradición..


( a la izda rosquilla Lista o de la Tía Javiera, centro-arriba rosquilla Tonta,
y a la derecha rosquilla de Santa Clara)

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Origen más claro, y ascendiendo peldaño en la escala social , tienen las rosquillas de Santa Clara, cuya invención atribuye a doña Catalina Núñez, que, al enviudar del Contador Real de Enrique IV ingresó en la Orden franciscana de las Clarisas acompañada por su doncella y su cocinera, que poseía una receta de rosquillas que empezó a elaborar para las hermanas, así como para las visitas que recibían en el convento. Como suele suceder, las monjas vieron en ellas una excelente forma para recaudar dinero y , a través del torno del convento , empezaron a venderlas . No se sabe el nombre de la magistral cocinera , lo que sí se sabe es que era de origen Navarro.

Y llegamos por fin al último peldaño de la escalera; a las llamadas rosquillas francesas.
Esto ya ... es una cuestión de sibarita.

Parece ser, según la historia, que fue el delicado paladar de la esposa de Fernando VI -Bárbara de Braganza- su origen, pues al parecer su majestad encontró insípidas las rosquillas tontas que el pueblo llano comía en las romerías, comparadas con los dulces franceses a los que estaba acostumbrada desde niña ( de ahí el apodo de "francesas") .
De modo que el cocinero real añadió a la fórmula original almendra picada en cobertura de azúcar lustre y quitó el anís original , creando una nueva variedad que rápidamente se popularizó por las calles de Madrid.
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sábado, 16 de mayo de 2009

Edouard Jean-Dambourgez . Días de mercado





Edouard Jean-Dambourgez . Días de mercado



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Nacido en Pau (1844-1931) , el pintor impresionista francés Edouard Jean-Dambourgez, centró gran parte de su obra en los entornos del mercado. A caballo entre los estilos realista e impresionista , fue alumno de Boulanger y Lefebvre, hizo su debut en el Salón ( de pintores franceses) en 1880 y obtuvo en 1888 la distinción honoraria como artista francés.










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