Bella de día

Imagen: George Plank

Bella de día

(fragmento)

La avispa comía gelatina de grosellas de la tarta. Ponía en ello un apresuramiento metódico y glotón, con la cabeza agachada, las patas pegadas, oculta a medias en una pequeña cuba rosa de paredes transparentes. Yo me asombraba de no verla hincharse, engordar, volverse redonda como una araña... Y mi amiga no llegaba, mi amiga tan glotona que viene a merendar asiduamente a mi casa , porque mimo sus pequeñas manías, porque la escucho charlar, porque no soy nunca de sus misma opinión... Conmigo descansa; me dice gustosa en tono de gratitud , porque no soy nada coqueta y no desplumo su sombrero ni su vestido, con un ojo agresivo y femenino... Se calla cuando se habla mal de mí en casa de sus demás amigas, llega incluso a exclamar "Hijas mías , Colette está chiflada, es posible; pero no es tan bruta como decís" . En una palabra, me quiere bien. Siento, al contemplarla, ese placer compasivo e irónico que es una de las formas de la amistad. ¡No se ha visto nunca nunca una mujer más rubia, ni más blanca, ni mejor vestida , ni mejor peinada que ella! El matiz de sus cabellos, de sus verdaderos cabellos, vacila entre la plata y el oro, y Loysel tuvo que hacer venir de Suecia la ensortijada cabellera de una niñita de seis años , cuando mi amiga deseó los "postizos" reglamentarios que exigen nuestros sombreros. (...) Así es mi amiga, de la que habré dicho todo cuanto sé cuando añada que se llama Valentine, con su pequeña dosis de valor, en estos tiempos de breves diminutivos en que los nombres de mujeres _ Tote, Moute, Loche- tienen sonoridades de tipo mal contenido.
"Lo ha olvidado", pensé pacientemente mientras la avispa, ebria o muerta, se hundía con la cabeza hacia abajo, en su cuba de delicias ...

Colette

Vania Elettra Tam . La cocina me absorbe

Vania Elettra Tam . La cocina me absorbe

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Nacida en Como (Italia) en 1968 y licenciada en Arte, Vania Elettra Tam, ha trabajado siempre como diseñadora tanto para el mundo de la moda como para el del mobiliario .

Su forma de abordar el arte (dentro del ámbito de la pintura, me refiero) no deja de ser un tanto peculiar, una especie de mezcla de humor y extraña cotidianeidad , entre las que destaca especialmente su serie de "mujeres desesperadas", o "absorbidas". Una especie de parodia del ama de casa moderna , pero un tanto particular ... Hoy traigo una pequeña muestra de su arte aquí

Si te gusta , puedes visitar su WEB

Gracias especiales a Klimtbalan,
en cuyo magnífico blog tuve noticia de esta artista.

Fish and chips

Fish and chips

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Aquí no son tan conocidos, pero en los países de habla inglesa, los puestecillos ambulantes (o no, también pueden ser pequeños quioskos permanentes) de pescado frito y patatas fritas tipo paja, lo que ellos llaman patatas "chip", vendidos en un cucurucho de papel de periódico (actualmente prohibido, desde 1980) , son una forma rápida de comer a medio día de lo más habitual.

Y no penseis que es algo simplemente para salir del paso un día cualquiera, ¡qué va!, puede ser la forma de alimentación habitual del obrero, la dependienta o incluso el pijo broker de Wall Street .

La verdad es que en el puesto de fritos, puedes encontrarte hasta al más pintado. Es una forma de comer que se ha convertido en toda una institución.

Surgida en inglaterra en el siglo XIX, y tras dar su salto a Irlanda, esta rápida forma de comer fue extendiéndose poco a poco a todos los países de habla inglesa. Principalmente en aquellas áreas o ciudades fundamentalmente obreras, y como vía de escape para tomar una sana y antifatiga alimentación en un tiempo récord.

(Tanto el yodo y el fósforo del pescado, como el potasio de la patatas eran un excelente refuerzo a media jornada para el trabajador)

Pero...
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¿Sabías que el invento de este tipo de comercio se debe precisamente a un judío?
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Pues sí , y de nombre Joseph Malin, para más señas. Él fué el primero en poner juntos pescado frito y patatas chips.
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¡Y cómo no hacerlo! si es que lo tenía "a huevo". El pescado frito , es la forma tradicional en la que los judíos suelen tomarlo . Las patatas no, las patatas así a tiras son de origen francés.

(El pescado frito rebozado en harina, se introdujo en Europa del norte con la corriente migratoria judía del siglo XVII . Y quedó como "moda" en Gran Bretaña con la llegada de estos a finales de 1700 )

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Es ese el motivo por el cual en su establecimiento de Londres, en 1860 ,en la calle Cleveland Street , fue al parecer donde se vendió por primera vez el típico cucurucho de papel ,con pescado y patatas fritas dentro.

Imagen: Norman Cornish

Pero ...¿Sabías que la primera referencia escrita que aparece acerca de uno de este tipo de comercio , se la debemos a Charles Dickens?

Pues ,sí, como lo oyes, y ni más ni menos que en el capítulo 26 de "Oliver Twist".

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"Cerca del lugar en que Snow Hill y Holborn Hill se encuentran, se abre, a mano derecha al salir de la ciudad, un callejón estrecho y triste, que desemboca en Saffron Hill. En sus sucias tiendas están a la venta grandes manojos de pañuelos de seda de segunda mano , de todos los tamaños y modelos, ya que es aquí donde residen los comerciantes que compran a carteristas. Cientos de pañuelos cuelgan de perchas y ventanas para hacer alarde a la puerta de los puestos, y en el interior, se amontonan en los estantes. Al final de Field Lane están el peluquero, la cafetería, la tienda de cerveza, y el almacén de pescado frito. Es como una colonia comercial de sí misma: el emporio del hurto."

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Charles Dickens

Oliver Twist

Y , aunque existe otro lugar, en Yorksire, conocido como "The fish and chip shop", que abrió sus puertas el día 20 de Diciembre de 1928 y que , aunque no fue el primero en dedicarse a este peculiar negocio -ya que el pescado frito llevaba vendiendose en las calles de Londres desde 1940- , sí que fué el que mayor repercusión y éxito alcanzó, su propietario, Harry Ramsden, fue uno de lo que se arrogaba el hecho de haber sido el primero en juntar pescado y patatas chips; aunque no es cierto.

La auténtica primera tienda en vender pescado con patatas diciéndolo como tal , fue la ubicada en Mossely (Lancashire . Inglaterra), en 1863.
Al principio su propietario Mr lees, se dedicaba a la venta de pescado con patatas en un puesto del mercado, pero poco después pudo permitirse el lujo de abrir un local justo enfrente, y entonces, ni corto ni perezoso escribió en los cristales: "La primera tienda de pescado con patatas del mundo".

Aunque por mucho que él dijera lo que dijera, lo cierto es que Joseph Malin, y su típico pescado judío, se le habían adelantado 3 años antes .

Al principio, y durante el siglo XlX, la venta de pescado frito con patatas se circunscribía a pequeños negocios familiares ubicados precisamente "a la puerta de casa" .

Imagen de un negocio familiar en Ulverston, 1910

E incluso era algo típico de la venta ambulante.

En su libro The Good Old Days: Crimen, asesinato y el caos en el Londres victoriano , Gilda O'Neill , - en la página 23 - dice (hablando del sigloXlX y el East End de Londres) :

"Y allí estaban los vendedores ambulantes de pescado frito que ofrecen pescado frío con sus bandejas colgando del cuello y que eran tan populares en la comunidad judía, fué desde aquí desde donde el tradicional pescado con patatas fritas fue evolucionado. "

Y no sería hasta finales del 19 y comienzos del XX el que el negocio comenzara a expandirse como tal y tuviera las características que conocemos hoy día.

De hecho, su mayor pelotazo fue precisamente durante la revolución industrial, en la que el tiempo de descanso para los trabajadores era mínimo y los salarios, idem del lienzo.

Su segundo y definitivo apalanque comercial -y además método básico de alimentación- fue durante la Segunda Guerra Mundial, tanto para las tropas como para la población, al ser uno de los productos fácilmente transportables al campo de batalla, y sobre todo uno sobre los que no recaía el racionamiento ( para el resto de la población).

Y es que el pescado azul es altamente beneficioso para el organismo, pero sobretodo es que en combinación con las patatas , tan ricas en minerales, podemos decir que es de las consideradas como" dietas saludables".

Y sí, ya sé que seguramente eres de esos que dicen aquello de ... "si, sí, ya... pero es que a mí no me gusta el pescado..." Pues entonces déjame decirte algo (y de paso recomendar su divertidísima y descacharrante lectura). El actor Michael Caine, (en la imagen) en su autobiografía ("Mi vida y yo", Ediciones B) cuenta una anécdota muy simpática acerca de un vecinito suyo -judío, of course- y enormemente espabilado ... del que comenta que prácticamente sólo se alimentaba de pescado con patatas .
Caine, comenta que NUNCA dudó de que las dotes especiales de lumbreras de su amigo se debían precisamente al hecho de ser judío y comer pescado con patatas , aunque en su defecto es posible que en realidad se debiera a comer pescado con patatas y ser judio. Desde luego lo que tenía claro es que era debido a una de las 2.

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Ni que decir tiene, como puedes imaginar, que Caine da a entender que - aunque él no era precisamente fan del pescado- cada vez que tenía que demostrar su grado de "lumbrerez" se sometía a verdaderos atracones de pescado con patatas.

El resultado ... Ah, eso tendrás que leerte el libro para averiguarlo. Pero te diré algo .... Sólo hay que echar un vistazo a su excelente carrera profesional con Óscares y premios varios en su haber.

¿No?

Pues , hala! ya lo sabes ...

La agitada Navidad de Maigret

Imagen: Sally Storch

La agitada Navidad de Maigret

(fragmento)

Siempre le sucedía lo mismo. Seguramente al acostarse había dicho como quien lanza un suspiro:
-Mañana me levantaré tarde.

Y su mujer lo había tomado al pie de la letra, como si los años no le hubieran enseñado nada, como si no supiese que no había que dar la menor importancia a las frases que pronunciaba de esa manera. Ella también, habría podido dormir hasta tarde. No tenía razón alguna para levantarse temprano.
Sin embargo, todavía no era completamente de día cuando Maigret la había oído escapar de entre las sábanas con toda precaución. Él no se había movido; había continuado respirando profundamente, con regularidad, como un hombre que duerme. Todo aquello parecía un juego. Era conmovedor sentirla avanzar hacia la orilla de la cama con precauciones de animal, inmovilizándose después de cada movimiento para asegurarse de que no le había despertado. Había un momento que él esperaba siempre con ansiedad, el momento en que los muelles del colchón libres del peso de su mujer se distendían con un ligero ruido, semejante a un suspiro.
Ella reunía entonces sus vestidos en la silla, empleaba un tiempo infinito en girar el pestillo de la puerta del cuato de baño; finalmente , una vez en la cocina, empezaba a permitirse los movimientos normales.
Él se había vuelto a dormir. Pero no profundamente ni por mucho tiempo . El tiempo suficiente , no obstante, para tener un sueño confuso e impresionante. No logró después acordarse de él, pero sabía que era impresionante y eso le dejaba en un estado hipersensible.
Se veía una raya de día pálido y crudo entre las cortinas que no cerraban nunca herméticamente. Esperó todavía un poco, acostado boca arriba, con los ojos abiertos. Le llegó a la nariz un olorcillo a café y , cuando oyó abrir y cerrarse la puerta del piso supo que su mujer había bajado a toda prisa para comprarle unos bollitos recientitos.
Nunca comía por las mañanas, le bastaba una taza de café puro. Pero era una especie de rito, una manía de su mujer. Los domingos y días de fiesta daba por hecho que permanecería en la cama hasta bien entrada la mañana, e iba abuscarle unos croissants a la esquina de la calle Amelot.
Maigret se levantó, se calzó las zapatillas, se puso el batín y descorrió las cortinas. Sabía que hacía mal, que eso la disgustaría, y hubiera sido capaz de un gran sacrificio para agradarla, pero quedarse en la cama sin ganas era superior a sus fuerzas.

No nevaba. Era ridículo que pasados los cincuenta años, todavía se sintiera decepcionado porque no hubiera nevado la Nochebuena , pero las gentes de cierta edad no son nunca tan serias como creen los jóvenes.

(...) Oía de nuevo a su esposa ir y venir en la cocina, andar de puntillas por el comedor, continuar tomando precauciones sin sospecahar que él ya estaba levantado delante de la ventana. Al mirar su reloj se dio cuenta de que no eran más que las ocho y diez. La noche anterior habían ido al teatro. De buena gana hubieran comido algo en cualquier restaurante, para hacer como todo el mundo, pero en ningun sitio había mesas, y habían vuelto a pie cogidos del brazo. Total, que no eran las que las doce cuando habían regresado a casa, y apenas habían tenido que esperar un rato para cambiarse los regalos.
Una pipa para él, como siempre. Para ella una cafetera eléctrica de un modelo perfeccionado de la que estaba encaprichada, y, para no olvidar la tradición, una docena de pañuelos finamente bordados.

Georges Simenon
La agitada navidad de Maigret

Comisario Maigret ...y señora

Comisario Maigret ...y señora

Dio como de costumbre, una mirada a sus ventanas, quedó algo sorprendido al ver que la del comedor, a pesar del sol que daba de lleno, estaba cerrada. Subió pesadamente la escalera y torció el pestillo de la puerta que no se abrió. A veces la señora Maigret, cuando se vestía o se desnudaba, echaba la llave. Abrió con la suya, se encontró envuelto en una nube de humo azulado y se precipitó a la cocina para cerrar el gas. En la cazuela, la gallina, la zanahoria y la cebolla no eran más que una costra negruzca. Abrió todas las ventanas y, cuando la señora Maigret, agotada, empujó la puerta, media hora después, le encontró instalado delante de un pedazo de pan y un trozo de queso.
-¿Qué hora es?
-La una y media -dijo él tranquilamente. Nunca la había visto en semejante estado, con el sombrero torcido, y los labios agitados por un temblor.
-Sobre todo no te rías.
-No me río.
-Ni me regañes tampoco...

Maigret y el tercer hombre

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¿Cómo dices? , ¿que su nombre no te suena?

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¡Eso es que no has leído Simenon!

Cosa que .. si yo estuviera en tu piel, no me perdería, pues has de saber que Georges Simenon (1903-1989) es uno de los mejores escritores de novela policíaca , y su serie de Maigret, un peculiar inspector de policía , puede que dieran más de una idea a la creación de otro clásico de lo policíaco y la investigación.

Sí, lo has adivinado, ¡efectivamente! , estoy hablando del inolvidable Colombo... Y señora. Si bien , en el caso de Maigret, la tal señora ... era real.

No hombre no, no de la familia real, real de que cuando ella preparaba un bocata, bajaba primero a la compra y la veía el tendero ... No como en el caso de Colombo que , puede que haberla la hubiera ... pero ... ¿dónde?
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Eso, mi querido Watson, ha sido siempre y será un misterio.
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En el caso de la saga de novelas de Simenón, la esposa de Maigret es real y cotidiana, ¡y hasta tiene nombre! , Louise, para sus allegados, si bien su madre -de siempre- ha preferido Henriette.

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Imagen: Stanley Spencer

Como digo pues , Louise/Henriette tiene familia y lugar de nacimiento. Y .. por tenerlo, lo tiene hasta él. Sí, porque aunque madame Maigret siempre le llame cariñosamente, Maigret, sin más, hemos de recordar que él tiene un nombre : Jules

Ah ... qué sería de Jules Maigret sin ella! Qué sería -sobre todo- del estómago de Maigret sin ella, si todo lo que guisa Louise le sabe a bendición.

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Y es que , esté metido en el jaleo que esté metido el prota, el autor siempre cuela una cuña en sus novelas que nos acerca al personaje, nos lo hace un hombre normal y cotidiano, incluso con ese punto hogareño, si bien eso de "hogareño" es sólo de medio refilón. Pero siempre, en un momento u otro , podemos leer en la obra de Simenon lo que come Maigret, ha comido, o va a comer.

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Su encantadora y siempre predispuesta esposa, casi bordeando lo sumiso, se las pinta sola en eso del arte culinario de andar por casa. Y sobre todo en eso de traerle su café con croissants. Aunque para ello se tenga que levantar a una hora en la que casi no han puesto ni las calles.

Imagen: Sally Storch

Pero a decir verdad, todo hay que decirlo, hay que ver cuando sabía Simenón de cocina ... ¡Quien iba a pensar que este autor polifacético, siempre parapetado tras su pipa, fuera en realidad un "cocinillas"!
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Pues ya ves.

Imagen: Georges Simenon

Escondido , en este caso, bajo uno de sus 27 pseudónimos, el de Georges Simenón , ni corto ni perezoso y con una soltura de narrativa que para qué, se sacó de la manga una serie policíaca que le catapultó tan a la fama que incluso varios de sus libros fueron llevados a la gran y a la pequeña pantalla , y en las que su esposa - no podía ser de otro modo- sale de modo referencial; no es para menos, cuando es un tipo de personaje de relevancia tal que hasta cuando él la conoció ( Maigret, no Simenón) ella se lo ganó a él por el estómago ...

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(...Cosas de antes ...)

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...Y lo hizo ni más ni menos que con unos pastelillos...

«Se han dejado los mejores: pruebe éstos».

No es de extrañar pues que Maigret no pierda la ocasión de alabar ante otros las cualidades de su esposa haciéndola popular tanto que , tampoco para el mundillo editorial Eloise ha pasado desapercibida.

Imagen: Rupert Davies y Helen Shlinger

A nivel particular, quiero decir. Habeis de saber que salió no hace mucho al mercado un libro llamado "Las recetas de madame Maigret " (Le cahier de recettes de madame Maigret. Robert J. Courtine) y con prólogo del propio Simenón, en el que , entre otras, se recopilan aquellas recetas de las que Simenón de un modo u otro da cuenta en sus novelas.

«le quedaban 200 metros de caminata para llegar a su casa en donde reinaba un olor de caballas al horno. La señora Maigret las ponía con vino blanco a fuego lento, con mucha mostaza».

Maigret y el asesino

Y es que, el punto, o mejor dicho contrapunto -a veces humorístico- , pero sobre todo cotidiano, que Madame Maigret aporta a las novelas es tal que, incluso en Rotterdam existe un restaurante que lleva su nombre "Bistro Madame Maigret ".

"–¿Crees que vendrás a cenar?
Lástima de almuerzo, había hecho unos caracoles…"

¡Vaya por dios, y resulta que los caracoles a la alsaciana es precisamente uno de los platos predilectos de Maigret!

Pero no sólo hay caracoles en el libro, también sale la receta de una exquisita brandada de bacalao, el famoso pollo al vino de madame Maigret ... para el que ella ( y como algo exclusivo, su toque especial) usa un brebaje , una especie de kirsh, hecho por la cuñada de Maigret... Y que también queda reflejado en el cuaderno.

Maigret ha tenido que resignarse a ceder su lugar a Torrence. Pasa rápidamente por su casa. Madame Maigret está contrariada: su hermana ha venido de Orléans, ha preparado una cena muy especial, y su marido, después de haberse afeitado y cambiado de ropa, vuelve a irse anunciando que no sabe cuándo regresará

El hombre en la calle

Y es que , sea como fuere, cuando no son los personajes de Louise o Maigret quienes mencionan alguna receta, es cualquier otro personaje quien lo hace.

Bares, tascas y atracones a base de sandwiches por parte de un tercero, brasseries, restaurantes, invitaciones a casas de otros, sucias cocinas testigos de crímenes, viajes por el extranjero con suculenta invitación incluída... cualquier excusa es buena para incluir un punto de cotideanidad gastronómica en las novelas de Simenón.

Lo dicho, una lectura amena y muy recomendable, pero que puede que acabe abriéndote el apetito.

A la sombra de las muchachas en flor

Imagen: Henri Gervex

A la sombra de las muchachas en flor

(fragmento)

A aquel restaurante solían ir no sólo demi-mondaines, sino también gente de la más elegante sociedad, que iban a merendar a las cinco o que daban allí comidas. Las mesas de merienda estaban colocadas en una larga galería cerrada con vidrieras, estrecha en forma de pasillo, que ponía en comunicación el vestíbulo con el comedor; por un lado daba dicha galería a la jardín, del que estaba separada únicamente por unas cuantas columnas y por las vidrieras, algunas de ellas abiertas. De esta disposición resultaba que allí siempre había corrientes de aire, bruscas e intermitentes oleadas de sol, y una claridad tan cegadora que casi no se veía a las señoras que estaban merendando; de modo que las damiselas se apilaban de dos en dos mesas a lo largo del estrecho gollete, y como hacían visos a cada uno de sus ademanes para tomar el té o al saludarse unas a otras, la galería venía a asemejarse a un vivero de peces o a una nasa donde el pescador junta muchos pececillos que asoman la cabeza casi fuera del agua, y que bañados por el sol relucen con cambiantes reflejos.

Unas horas después, durante la cena, que se servía, claro es, en el comedor, se encendían ya las luces, aunque fuera aún había claridad, de suerte que en el jardín veía uno, junto a los pabellones iluminados por la luz crepuscular y que parecían pálidos espectros nocturnos, alamedas de glauco follaje atravesadas por los últimos rayos solares, y que vistas desde el iluminado comedor parecían, allí detrás de los cristales -no como las damas de la merienda en el pasillo azul y oro, peces dentro de una red húmeda y chispeante-, vegetaciones de un gigantesco acuario, verde pálido, alumbradas con una luz sobrenatural. Levantábase la gente de las mesas: los ivitados, durante la cena se entretuvieron en mirar a los de la mesa de al lado, en preguntar quiénes eran, en reconocerlos, y estaban muy bien sujetos con perfecta cohesión allí alrededor de su mesa; pero la fuerza de atracción que los hacía gravitar en torno a su anfitrión de aquella noche perdía mucha potencia a la hora del café, que se servía en la misma galería de merendar; solía ocurrir que en el momento en que toda una mesa de invitados pasaba del comedor al pasillo, alguno o algunos de sus corpúsculos la abandonaban porque habían sufrido la fuerte atracción de la mesa de enfrente, y se desprendían de su grupo, en el que venían a sustituírlos damas y caballeros de la cena rival, que se acercaban a saludar a unos amigos y se iban en seguida, diciendo, "Bueno, me marcho a buscar al señor X., es mi anfitrión de esta noche." Y por un momento se podía pensar en dos ramilletes distintos que cambiaban entre sí algunas de sus flores. Luego la galería se quedaba también desierta. A veces, como aún no había luz, aun después de terminada la cena el largo corredor se dejaba sin encender, y parecía, con aquellos árboles que se inclinaban al otro lado de las vidrieras, la alameda de un jardín frondoso y oscuro. Y alguna vez, entre sus sombras, quedaba, sentada en la mesa una dama rezagada

Marcel Proust

En busca del tiempo perdido

¡ Al banquete de las hadas !

Imagen: Gilbert Williams

¡Al banquete de las hadas!

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¡¡Ah, pero hombre, ten cuidado y no pises ahí!!
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¿Es que acaso no ves que estás en medio de un famoso anillo de hadas?
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¿Qué? ¿Cómo dices?
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¿Que no sabes éso del famoso anillo qué corcho es lo que es?
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Imagen: Edward Robert Hughes
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¡Ay, señor, señor!
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...No se puede ir por la vida así de pancho, saliendo a pasear y a recoger setas correteando tras una lucecita parpadeante que te ha traído directamente hasta aquí ...
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¿Es que acaso nunca te advirtieron de que los Will o´the whisp , esas misteriosas lucecillas , son uns espíritus traviesos y burlones cuya tarea es siempre la de volver medio majareta a aquel que se los encuentra?

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¿Es que nunca leiste el cuento de Goethe "la serpiente verde" donde te lo explican todo?
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Pues sí , hombre, sí, así es la cosa; uno puede de pronto ver su lindo pinrrelillo metido dentro de un círculo de setas tan majetón como éste . Sin ni siquiera saber la clase de gran misterio oculto que entraña...

Y es que has de saber que, aparte del mundo visible que conocemos, también existe otro que convive con nosotros , y a la par y que , aunque en raras ocasiones se deja ver, no por ello quiere decir que no exista ...

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Imagen: David Delamare
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Pero bueno, estoy segura de que eso ya lo sabes, así que vamos pues con el tema de hoy en cuestión .

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Ya que hemos pisado dentro del anillo de hadas, el famoso salón de baile, y a estas alturas ya no tenemos solución, abramos bien los ojos y preparémonos para el peculiar viaje que vamos a realizar:
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Hoy nos vamos a ir de paseo por el país de las hadas...

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...Y todo por la culpa culpita de semejante corro de Agaricus partinus, el dichoso hongo encargado de crear el espacio mágico a través del cual las hadas agarran de la mano al humano, arrastrándolo a su mundo mágico del que en muy raras y escasas ocasiones regresa... con vida.

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Claro que ... ellos ni se enteran :
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¡están tan felices!

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Y sinó que se lo pregunten a aquel famoso flautista ...al que ya nunca jamás se volvió a ver ...

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Imagen: William Holmes Sullivan
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Y es que, claro, las delicias y maravillas que a partir de entonces un humano es capaz de disfrutar , no son comparables ni encontrables en el mundo que hasta entonces conocía.

Imagen: Angela Barnett

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Entre bailes y danzas en cadena, propios de los ritos paganos de fertilidad, las hadas de los bosques tienen preparados día sí y día también deliciosos festines que ellas mismas se encargan de preparar con sus delicadas manitas , y al que de cuando en cuando osan invitar a un humano.
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Y no sé porqué , pero me dá a mí en la nariz que hoy vamos a ser nosotros los invitados al guatequín .

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Y claro, ya me imagino que a estas alturas te preguntarás, qué será lo que comen estos seres mágicos y diminutos, ¿no?
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Más que nada, por la cuenta que te trae si vas a ser invitado al festín...
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Imagen: Brian Froud

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Pues déjame decirte que ,es gracioso pero, ahora que eso de incluir flores o pétalos de flores en platos suculentos se ha puesto tan de moda en los mejores restaurantes, los más chic, resulta que las hadas lo llevan practicando desde hace la torta de tiempo...

Sí, efectivamente, yo también lo creo...

Me parece que al primer chef que dijo habérsele ocurrido y dió el pelotazo, en realidad lo que le sucedió es que había tenido contacto previo y posterior viaje banquetil al país de las hadas...

¡Lo que yo te diga..!
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¡Ocho de la mañana y sereno!
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Tras haberse preparado una infusión de pétalos de margarita que les ayude a despertar su creatividad... y otra a base de brezo para que el hada tímida adquiera un pelín de desparpajo, las hadas comienzan la jornada leyendo las largas listas que le dicen a cada quien cuál será su tarea del día y para qué
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Imagen: David Delamare

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El desayuno a base de bayas de serbal, que remojan en las tisanas florales, es un magnífico comienzo de día , del que disfrutarán antes de enviar a las más pequeñinas a su pequeño aeropuerto impro-visado : la pradera de dientes de león sobre cuyos vilanos las haditas que todavían no tienen carnet de vuelo , o las que todavía andan con la L de prácticas, se desplazan raudas por el bosque en busca de alimentos para el banquete de hoy.

Imagen: John Anster Fitzgerald

Al hada panadera, como es natural, la han enviado al pueblo a por harina.

Y como la casa de la que "la tomará prestada" (ejem, ¡qué eufemismo!) está algo alejada del bosque y además el encargo es gordo ,va a venir cargadita hasta los topes.

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Será mejor ir montada sobre su querido tallo de hierba cana, que siempre le ha resultado un caballito incomparable.
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O igual , si el peso es demasiado... debería pedir prestado un caracol...

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Imagen: Cecily Mary Barker

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Y es que claro, cuando a la dueña de la casa se le ocurrió preparar la famosa poción mágica para ver a las hadas, nadie le especificó exactamente en qué consistía eso de "ver" a las hadas.

Imagen: Howard David Johnson

Ver, lo que se dice ver ...va a ver cómo su saco de harina le ha encogido malamente.
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¡Vaya por dios!, de qué poco le habrá servido eso de poner a remojete 21 pétalos de rosa en una perola de cobre tapada y a la luz de la luna , para untarse luego con el mejunje todo su cuerpito serrano ...
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Hadas lo que es hadas, creo que hoy no va a verlas..;pero lo que puede que le suceda a cambio es que de pronto llame a su puerta un Romeo loca y súbitamente enamorado...

...Claro que ,igual , en ese caso le compensa que le hayan birlado la mitad del harina ... vaya usté a saber ... Estos humanos son tan raros...

Además, las veces que vienen a tomar prestada harina al pueblecito son muy escasas.

El tarro mágico de la alacena en el que guardan la harina y la vuelve inagotable, suele funcionar a las mil maravillas excepto -como sucedió el otro día- cuando llega una aprendiz de pastelera atolondrada que , sin darse cuenta de su incalculable valor, le pega un manotazo dejándolo caer, haciéndolo añicos , y para colmo, la muy zoquete : va y se corta.
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Imagen: Brian Froud

Más vale que la panadera jefe tenía a mano un trébol , y la heridita sanó milagrosamente .

Y es que la rebotica de las hadas es verdaderamente maravillosa. Almacenadas en frasquitos minúsculos , hileras y más hileras de hierbas y especias expanden su aroma y lo que es mejor: sus eficacísimos efluvios.

Imagen: Brian Froud

Pensamientos, para las pociones de amor; flor de avellano para el conocimiento místico; jazmín para la claridad mental; gardenia para frenar los conflictos...

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Vamos, todo un sinfín de combinaciones de flores que nadie como ellas sabe manejar y de las que, a menudo, tienen que hacer pequeñas ofrendas a los escasísimos humanos amigos que acuden a ellas en busca de remedios.
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Por eso a la tarambana, esta vez la han enviado a "pedir prestada" a la vaca un poco de leche.

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Esa -la vaca- no hay peligro de que se caiga y haga añicos, vamos , digo yo ... hasta ahora , al menos: no

Imagen:David Adams

Y mientras la vaca corretea por el prado alertada de una hada con un cubo que la persigue con perversas inten-ciones... un dimi-nuto tropel de haditas se encarga de libar el néctar de las flores que volcarán en el interior del cáliz de un lirio que posteriormente llevarán por el aire entre cuatro.

¡Hay qué ver cómo pesa!
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Y es que hoy es un día especial, no sólo ha coincidido que es primavera y hay luna llena, y ya no queda ni rastro de nieve... sino que además es viernes; el "domingo " de las hadas, su día mágico especial.

Imagen: J E Shannon
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¡Doble motivo para celebrar un fiestón!

Durante todo el día , el ir y venir de cálices volanderos repletos de néctar, y de cubos con bayas y frutos, no ha sido nada en comparación con el trikitraque que se ha podido escuchar en la bodega.

Un enorme perolo con una reconocible forma de dedal costurero guarda en su interior el vino mágico del que darán buena cuenta luego.

Leche y miel a partes iguales ponen piripi a cualquiera, y sinó que se lo pregunten al hada bodeguera que avanza entre las cubas tratando de disimular unos sospechosos tumbos
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"...Tengo que dejar de catar tanto vino..."

Hasta la pobre hada costurera está agotada.

Mira mira, si es que no me crees,pero no hagas ruido, shhhh!, se ha quedado frita un segundín .

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Imagen: Amy Lynn

Ha llevado tal trajín diseñando y ajustando las corolas de las flores para darles forma de graciosos sombreritos, para ellas ¡y ellos!.

Y le han quedado todos tan chulis, que está pensando seriamente en hacer con ellos un catálogo y montarse una web , o un chiringuito que diga : "Sombreritos de París"
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Imagenes: Cecily Mary Barker

Yo no sé, pero veo muchos preparativos para esta noche y , la verdad , estoy empezando a sospechar de que tanta molestia sea sólo por nosotros...
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Si hasta las he visto recoger una tras otra todas y cada una de las gotas de rocío matutino, para así obtener la bebida más pura ....
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Y recolectar hasta la última de las campanitas del muguet, para hacer copas enanitas.
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Boles hechos con la mitad de una avellana.
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Jarras a partir de una flor de digital...

Imagen: David Adams

Enormes bandejas para los panecitos, hechas con las hojas de las tiernas capuchinas...

Si , por ver, hasta he visto a alguna que ha pedido hora en la pelu ...

Aunque el resultado ...

Imagen: Josephine Wall

No sé yo si ha sido el más ortodoxo...

¿Será quizás una hada medio punk?

...Si incluso han extendido el mantel de encaje de araña, ese que tiene reguardado en el arcón....

Sí, ése mismo, el de filtiré que sólo sacan en las grandes ocasiones....

Y no es que no lo merezcamos,vaya, pero vamos, la última vez que se sacó fue para la venida de la Reina Mab...

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...Y, o mucho me equivoco, o me da en la nariz que hoy podría a volver a suceder ...

Y es que todo esto me suena muy raro...

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Mira tú qué suerte vamos a tener si vemos llegar a la reina de las hadas en su famoso carruaje de cascarón de avellana tirado por hormigas ...

O incluso me conformaría si la veo llegar acompañada por su séquito de duendes ...

¡Ah, eso es algo que una no se puede perder.

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¡¡¡¡ Yo quiero verla!!!!

Imagen: Henry Meynel Rheam

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... Tal vez debiera de sacarme del bolsillo y compartir con vosotros las florecitas de prímula que hacen ver cosas extraordinarias una vez dentro del mundo de las hadas, para así poder verla.
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¿Qué os parece la idea?, ¿las tomamos?

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imagen: Cecili Mary Barker

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Cubiletes de miel, manzanas, fresas... bayas de todos los colores, frambuesas, dulces estambres...

Mantequilla recién batida sobre pétalos de violeta, cálices diversos, vajillas diminutas... todo está dispuesto para nuestra llegada... y la de Ella ...
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Of course!
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¡Toma castaña, que hasta vamos a tener la suerte de poderla ver!
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Esto no me lo pierdo!

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Imagen: Brian Froud

Pero déjame decirte algo más antes de que empiecen sonar las fanfarrias que anuncian su llegada, y ya no puedas oirme nada de nada.
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Si al final de la velada ves al hada traviesa venir directa hacia tí con la bandejita especial de Amanita muscovia, sí esa misma que los vikingos tomaban para ser verdaderamente incansables en la batalla, lo que en realidad el hada te está ofreciendo es una velada interminable y frenética.
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Vamos , lo que vulgarmente podríamos llamar: un buen colocón.
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Yes!

Imagen: Brian Froud

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Y es que sí, aunque no te lo creas,hemos de reconocer, aunque esté feo decirlo ... que las hadas:

¡fuman porros!

Así que ya sabes, si comes hongo: no conduzcas; ahora eso sí, si lo haces...disfruta de lo lindo!, todo lo que puedas...La ocasión es única...

¡Feliz y mágico vuelo a todos!

Con todo cariño, la entrada de hoy va dedicada .

Para tí Elvira, de la que -siempre de charla con sus flores- ya no dudo en absoluto de que en realidad lo que sucede es que es un hada