miércoles, 4 de agosto de 2010

Agua de regaliz. Qué refrescante gazapo

Imagen: Louis Haghe




Agua de regaliz. Qué refrescante gazapo




Hoy os voy a contar una historia curiosa.

La historia de un gazapo.


Puede que a más de uno os suene el nombre de "agua de regaliz" a uno de los relatos de Guillermo el travieso, de Richmal Crompton, pues era gran aficionado a tomarlo.


(Guillermo en la imagen)

Puede que a otros os suene más a musiqueta ...


Pero ... lo que es casi casi seguro es que si os digo "Coco, coco, coco fresco" penseis : a esta tía se le va la pinza.

Y sí, puede que sí, e incluso el más avezado diga: y además eso es un relato de Maupassant. Pues también.

(el texto original de Maupassant y el coco en la siguiente entrada ...)



Pero la cuestión es que -aparte de mis idas de pinza varias o no- , hoy vamos a hablar de la historia de un gazapo.

Sí efectivamente, aquel que une subterráneamente y de un modo peculiar al coco con el regaliz.

Cuando yo era cría era frecuente ver a los vendedores de palos de regaliz (en la imagen) , que no sé porqué eran conocidos en mi ámbito estudiantil como: "palulús"; pero eso es otra historia.

La cuestión es que lo que yo nunca llegé a conocer, por más que sí lo hubiera leído mil y una veces en las historias de Guillermo, es la famosa agua de regaliz que tan de rechupete le sabía a él.

Y ni mucho menos podía imaginar cuando leí a Maupassant lo otro, que también él se refería a lo mismo.

Pero héte aquí que allá que te allá los años voy y caigo en la cuenta que una extraña traducción del momento hizo lo que se conoce como : "un falso amigo" con el término : coco.
Vereis:

El agua de cocción de raíz de regaliz macerado con un poco de limón, y en ocasiones aderezado con menta, es un remedio antiquísimo para combatir el calor en las épocas de estío que ya se empleaba como remedio eficaz en el antiguo Egipto.

Y actualmente todavía pueden verse estos vendedores ambulantes por las calles del Cairo. (en la imagen)


De hecho era algo tan común en toda aquella zona que la raíz del asunto llegaba hasta Mesopotamia donde, ya los babilonios hace 4000 mil años la empleaban para fortalecer el sistema inmunitario.


Lógicamente ellos no lo llamaban así, claro. Pero sí se daban cuenta de que les proporcionaba vigor y fortaleza, además de arreglarles problemas estomacales: entre otros la acidez de estómago y las úlceras.

Tan es así que en la tumba del dichoso Tutankamon han sido encontrados los famosos palulús de mi infancia ...


O sea , no los de la mía propiamente dicha, claro está, porque él es algo mayor que yo ... Pero tiene gracia que en el fondo fuera como los críos de
mi cole ... y se fuera a la tumba masticando palulú...


¿Padecería el pobre acaso de gastritis?

No sé.

Pero dejando a un lado tumbas , siglos, árabes , dolores y tal... en Europa, por el contrario, el agua de regaliz -directamente heredada de Siria e Irak- estuvo muy de moda en las calles de París y Bruselas durante el siglo XVIII .

Y cuando digo en las calles quiero decir : literalmente en la calle , pues eran los vendedores ambulantes quienes con su fuente árabe -una réplica de aquellas, se entiende- y ataviados con su cinturón llenito de tazas de plata, se paseaban arriba y abajo gritando aquello de :

"Coco,coco, coco fraise"...

coco, coco fresco ... que traduciría aquel...


Y en España, de haberlos habido :

"Regaliz, agua de regaliz, fresquita.."

Sea como fuere -y aunque hoy día no creo que exista ya este tipo de mercado ambulante en ningún lugar de Europa-, la bebida en cuestión entonces, y hablamos de los siglos XVIII y XIX, acabó poniéndose de moda .

Y no sólo por su eficacia o sabor, sino también porque era un refresco muy agradable que salía de precio fetén.



Ole qué bien, mira tú: tres en uno. Bueno , bonito y barato


Hoy, en estos días en que padecemos semejantes calores, y penurias económicas laborales, digo yo, ¿no sería interesante que volviera a circular un tipo de mercado semejante?

Siempre me han llamado la atención los famosos puestecillos de limonada casera con los que los críos norteamericanos ( y de otos lugares) se sacaban sus perrillas a la puerta de casa. Aquí no creo que hayan existido nunca. Al menos yo no los ví jamás.

Si ví alguno alguna vez fue sólo en las viñetas de Carlitos y Snoopy , ilustraciones infantiles, o algo similar.




Ni tampoco ví jamás un vendedor de agua de regaliz o cualquier otra cosa ambulante, salvo aquel vendedor de manzanas de caramelo que ya dije (lee AQUI)

Y así, algo similar a eso, salvando las distancias... recuerdo los kioskos de horchata, granizados y agua de cebada que había antes en los Madriles, pero que ya no sé ni siquiera si siguen. Muy posiblemente no





Digo yo... ahora que parece que los tiempos nos han dado el bofetón a las apariencias, y volvemos todos a un estilo de vida más natural y sencillo, más artesano y tal, a la par que con un calor achicharrante ... ¿porqué no desempolvar antiguas profesiones y sabores? No sé, algo así...

Yo creo que sí habría cabida, seguramente, para un tipo de refresco como el agua de regaliz artesanal. Que además de rica es medicinal.

No sé ... Ahí lanzo la pelota. Por si alguien la quiere escuchar




14 comentarios:

Pluvisca dijo...

Que preciosa entrada niña, refrescante y divertida

Yo tampoco lo vi nunca, pero has hecho que recordara los aguadores de Marraquech, que por desgracia ahora solo estan como atracción.

¡¡¡OJALA VOLVIERAN !!!

Besos guapa

PD Me encantan las ilustraciones

Elvira dijo...

Niñaaa, prepárala tú, seguro que te sale estupenda.

Muy ameno, como siempre. Besos y un palo de regaliz

Montse dijo...

¡Qué curioso todo lo que nos cuentas!, yo tampoco he visto nunca vendedores de agua de regaliz.
En Barcelona y en la costa, en la playa, sí que había vendedores de coco a trocitos en un cubo con agua y hielo, y ahora, son emigrantes los que se dedican a aprovisionar de coco, refrescos ¡e incluso a hacer masajes! a los que se tuestan al sol en las playas.
Opino como Elvira, si existen heladerías y horchaterías ¡monta una refresquería con agua de regaliz!

Feliz verano, guapa.

Montse dijo...

¡Jo, qué fallo! Quería decir "inmigrantes" se entiende.

Besos ^_^

Montse dijo...

¡Jo, qué fallo! Quería decir "inmigrantes" se entiende.

Besos ^_^

Capitán Spaulding dijo...

Miguelito (viñetas de Romeu) se ponía ciego de agua de regaliz. Y aquí (Almería) todavía venden el "paluluz", jajajaja.

Pame Recetas dijo...

QUé entrada más encantadora que has hecho, las fotos me tienen fascinada. Mira, yo no sé si a la Coca cola le podrán salir a competir, te aseguro que con aquello de los permisos sanitarios estos vendedores callejeros la tendrían díficil, la gran transnacional nos vende un líquido que nadie sabe qué contiene, pero cómo lo tomamos !

Ah! y que bueno que te ha gustado el salmón agridulce, eso me da una gran alegría, besos y abrazos

email marketing dijo...

Hola , queria felicitarte, pues tu pagina es excelente .
te mando un abrazo .

Doña Umé dijo...

Qué curioso, el origen de la costumbre de tomar agua de regaliz....
Nunca hubiera imaginado que venía de Siria o de Irak. Tan curioso, como su procedencia.

Eres como la caja de Pandora. (Creo, que, ésto ya te lo han dicho antes, pero no me importa repetirlo)
Un abrazote.

femme d chocolat dijo...

Jo, Pluvisca, yo ni siquiera he visto a los de Marrakesh ( salvo en foto)... La verdad es que las ilustraciones antiguas tienen mucho encanto, no?

UN BESICO, CIELO.
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jAJAJJA, BUENA IDEA ELVIRA! En cuanto tenga un ratín libre a ver si doy con la clave... Quien sabe, igual me sale y tó! ^_^

Besotes
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Sí, Monste, yo los cocos a tajaditas también los he visto ( pocas veces) ( más de nuevo últimamanete, desde que en Mercadona los venden envasados...) en ferias y sobre todo a las puertas de las iglesias los días festivos tipo San Antonio, Santa Águeda y similar ...

Es curioso cómo van y vienen las modas, no?

Feliz veranico, Montse
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Hola Capitán Spaulding. Aquí de cuando en cuando se vé también a un señor que vende regaliz. Sólo 1 en la ciudad, pero se le vé de ciento a viento....y muy poquitos días.Yo que sé, igual 2 días cada 3 meses...

Ah, ^_^no recordaba lo de Miguelito ... gracias!

Un saludo y bienvenido

femme d chocolat dijo...

Gracias, Pamela, ^-^, me encanta que te encanten ...

No, evidentemente a la coca no hay quien la venza, ni la Pepsi ni nadie... Pero no sé... yo echo de menos ese tipo de negocios que existieron antes y ahora ya no. No tanto lo ambulante que - ciertamente- puede ser un peligro, pero puestecillos de crepes, kioskos de horchatas, las churrerías, los carritos de perritos calientes ... ese tipo de cosas que -de verse alguno- es sólo y exlusivamente para las fiestas. Idem que los kioskos de flores ... son cosas que ya no se ven, al menos donde yo vivo... y que siempre me sorprenden cuando voy a Madrid, por ej. ( concretamente respecto a las flores...) Pero en fin...

Y síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii FANTÁSTICO, DELICIOSO Y MUY SENCILLO DE HACER TU SALMÓN. ya te digo que está incluído en mi menú fijo. Una vez al mes cae seguro ^_^ GRACIAS

un besete
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Muchísimas gracias, email marketing. ME ALEGRA UN MONTÓN QUE TE GUSTE. Gracias
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Tantas cosas ... Doña Umé... sobre todo en nuestra cultura y respecto a la pastelería y dulcería en general. Nos sorprendería .

Jajajajaja. bueno, en mi caso espero que al menos de la caja no salgan truenos... sólo risas ^_^

Un besico gordo

Nina Maguid dijo...

Qué historia tan interesante, vaya a saber por qué el regaliz en Francia mutó en coco! Lo que sí comprendo es el paso de "palos de regaliz" a palulús, acabo de descubrir que el regaliz también se llama paloduz.

Me encantaría tener (sí, tener, no solamente ver) uno de esos cacharros de los vendedores y sobre todo el cinturón con las tacitas de plata. Algo parecido llevan los vendedores de café para guiris en Estambul. Y las antiguas esclavas de Bahía, pero eso es otra historia.

Recojo el guante aunque sea a escala doméstica, prepararé esa agüita antes que venga el frío y la llamaremos refresco de Femme. Y me leeré el cuento de Maupassant.
Una vez más me rindo ante los temas que pones, la documentación y las ilustraciones, eres fantástica.

Besotones mil y gracias por tu cornucopia :-)

Anónimo dijo...

Estaba leyendo un libro de "Las aventuras de Guillermo" y salió el Agua de regaliz en él, como tú explicas. Al buscar esa acepción en Google salió ese blog. Lo miré, lo leí y me quedé maravillado. Ya lo tengo en mis favoritos.

Femmedchocolat dijo...

Anda, qué curioso, NIna, tienes un chirimbolo de esos? No me extraña nada, es una preciosidad, verdad?

Jjajajajajja, te adoro!, me encanta que la llames el refresco de Femme.

( jo, cuantos mensajes tengo por responder, perdonad que haya tenido desatendido el blog y a vosotros tanto tiempo..)
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Hola, doctordos, dispulpa por l ademora en venir a responder, anduve de verdad atareada en este tiempo.

ES que los libros de Guillermo son fantásticos. Qué buenos ratos he pasado con él. No pensaba nada bueno; ni él ni yo.

gracias por venir; espero verte por aquí