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lunes, 3 de agosto de 2009

El gran Gatsby


Imagen: Norman Rockwell



El gran Gatsby
(Fragmento)


En las noches de verano se oía música en casa de mi vecino. En sus jardines azules, hombres y muchachas iban y venían como mariposas nocturnas entre los murmullos el champán y las estrellas. Cuando la marea estaba alta por las tardes, veía a los invitados que se tiraban al agua desde un trampolín de la piscina, o tomaban el sol en la arena caliente de su playa, mientras sus lanchas de dos motores hendían las aguas del Estrecho , arrastrando acuaplanos entre cataratas de espuma . En los fines de semana , su Rolls-Royce se transformaba en ómnibus, que trasladaba grupos de la ciudad a su casa y viceversa desde las nueve de la mañana hasta muy pasada la media noche , mientras su coche de estación corría como cucaracha amarilla al encuentro de todos los trenes. (...)
Todos los viernes llegaban cinco cajones de naranjas y limones, remitidos por el frutero de Nueva York; todos los lunes estas mismas naranjas y limones salían por la puerta trasera , formando una pirámide de mitades sin pulpa. Había en la cocina una máquina capaz de exprimir doscientas naranjas en media hora, siempre que hubiera un sirviente que apretara doscientas veces con el pulgar un pequeño botón.
Una vez cada quince días, llegaba un cuerpo de proveedores con varios cientos de metros de cañamazo y suficiente cantidad de focos de colores para hacer del enorme jardín de Gatsby un árbol de Navidad. Sobre las mesas del buffet, los jamones adobados y cocidos se amontonaban contra las ensaladas de dibujos de arlequín , y cerdos y pavos de pastelería deleitaban la vista con sus dorados tonos oscuros.
(..)
Alrededor de las siete llegaba la orquesta,que no era un pobre conjunto de cinco instrumentos, sino una orquesta complata, llena de oboes y trombones, saxofones y violas, cornetines, piccolos, bombos y tambores. Luego entraban los últimos nadadores de playa que se visten en el piso alto, mientras los autos de Nueva York se estacionaban en la entrada en cinco filas y los vestíbulos , salones y terrazas se tornan fastuosos , llenos de colores, de cabelleras peinadas según las nuevas y extrañas modas. El bar está en plena actividad , y flotantes rondas de cocktails atraviesan el jardín hasta que el aire cobra vida con las charlas y risas de encuentros de entusiastas entre mujeres que jamás supieron sus respectivos nombres.


(...)Los grupos se cambian más facilmente, aumentan los recién llegados, se disuelven y se forman con un solo movimiento.(...) De pronto una de esas gitanas revestida de un tembloroso color ópalo , levanta una copa en el aire, se la bebe para darse ánimo, moviendo las manos, danza sola sobre la plataforma de lona. Hay un silencio momentáneo; el director de orquesta cambia el ritmo galantemente para el baile, y hay un estallido de comentarios cuando circula la falsa noticia de que es la reemplazante de Gilda Gray, del Follies. La fiesta ha empezado.

Creo que la primera noche que fui a casa de Gatsby , era uno de los pocos huéspedes que habían sido realmente invitados . Los demás no estaban invitados: entraban simplemente . Se metían en los autos que los llevaban a Long Island , y de algún modo bajaban en la puerta de Gatsby . Una vez allí, si alguien conocía a Gatsby los presentaba. Pero a veces iban y venían sin haberlo conocido.
A mí me habían invitado realmente (...) Vestido con un traje de franela blanca, fui a su jardín un poco después de la siete, y anduve dando vueltas bastante incómodo entre remolinos y torbellinos de gente que no conocía. (...) Hice una tentativa de hallar a mi anfitrión , pero las dos o tres personas a quienes pregunté si sabrían decirme donde andaría me miraron con tanto asombro, y negaron con tanta vehemencia conocerle que me dirigí a la mesa de los cocktails, que era el único lugar donde un hombre solo podría vagar sin parecer aislado.
Iba ya camino de emborracharme y perder el control, de puro aburrimiento, cuando un hombre me miró y me sonrió.
-Su cara me resulta familiar- dijo con cortesía -¿No formaba usted parte de la Primera División durante la guerra?

-Pues sí. Estaba en el 28º de Infantería

-Yo estaba en el 16º hasta junio de 1918. Sabía que lo había visto en algún lado antes.
(---)
Conversamos un momento de algunos pueblecitos de Francia grises y húmedos. Era evidente que vivía por la zona porque me contó que había comprado un hidroplano y que iba a probarlo por la mañana. Estaba a punto de preguntarle cómo se llamaba cuando preguntó
-¿Quiere venir conmigo mañana?. Por aquí nada más… Y a la hora que más le convenga a usted.
Lo miré desconcertado. Me miró un momento, como si fuera él quien no lograba entender.

-Soy Gatsby -dijo de pronto - Creí que lo sabía , amigo ... Me temo que no soy muy buen anfitrión.



Francis Scott Fitzgerald

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