miércoles, 11 de febrero de 2009

Escrito en el cuerpo


Imagen: Anwen Keeling



Escrito en el cuerpo


Cómo deseé ser aquella inocente pieza de acero inoxidable cuando se llevó la cucharada de sopa a los labios. Habría cambiado toda la sangre de mi cuerpo por medio litro de caldo vegetal.
Déjame ser un taco de zanahoria o un fideo para que me metas en tu boca. Tuve envidia del panecillo. La miré partir y untar cada trocito con mantequilla, empaparlo lentamente en el tazón, dejar que se volviera grueso y grávido, que se hundiese bajo el peso rojo oscuro y que resucitara al glorioso placer de sus dientes.
(...)
Las patatas, el apio, los tomates, todo había pasado por sus manos. Cuando me tomé la sopa la filtré para saborear su piel. Había estado allí, debía quedar algo de ella. La encontraría en el aceite y las cebollas, la detectaría a través del ajo. Sabía que había escupido en la sartén para ver si el aceite estaba a punto. Es un viejo truco, todos los chefs lo hacen, o lo hacían.

Y supe, cuando le pregunté qué había en la sopa, que había suprimido el ingrediente fundamental.
Te saborearé, aunque sea a través de tu cocina.




Jeanette Winterson
Escrito en el cuerpo



Texto e imagen por cortesía de nuestra amiga Carmen Sabes, poesía y arte

3 comentarios:

el Kontra dijo...

Muy bueno, gracias por compartir.
Besos.

SeaSirens dijo...

Que manera de desear a alguien...chocolat. Me ha parecido precioso...

besitos Femme!!

Anónimo dijo...

Cuando lo ví en el blog de Carmen me quedé alucinando, El Kontra. Me pareció genial. POR ESO SE LO PEDÍ.

Intentaré hacerme con el libro; si es como ese pequeño apunte seguro que tiene mucho que decir.

Un beso ^_^
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¿Has visto, Seasirens? Es una maravilla . Yo entiendo el amor/pasión así . Lástima que -por lo que se ve- sólo suceda en las novelas ...

En fin. Leamos pues

^_^