jueves, 8 de octubre de 2009

Pollo asado



Pollo asado



Recuerdo, como si hubiera sido ayer, la primera vez que vi un pollo asado: estaba dando vueltas en un asador, junto a otros compañeros de infortunio, y supe que se trataba de eso, de un pollo asado, porque lo había visto dibujado mil veces en las historietas de Carpanta.

Carpanta era un hambriento de tebeo que vivía debajo de un puente y que siempre soñaba con pollos asados. Su creador, José Escobar, acaba de morir sin conocer seguramente la influencia que en la imaginería de toda una generación tuvieron sus pollos asados.

El pollo asado pasó del tebeo a la realidad gracias a los piensos compuestos. Hasta entonces había sido una comida de ricos, porque sacar un buen pollo adelante era tan caro como proporcionar una carrera universitaria a los hijos. O sea, que lo que yo conocí, más que un pollo propiamente dicho, fue la bisutería del pollo. Con los piensos compuestos alcanzaban la adolescencia en quince o veinte días, pero no sabían igual que los que crecían lentamente; eso decía mi padre, pero yo no puedo dar fe de ello porque nunca me llevé a la boca un pollo de crecimiento lento. Para mí lo importante es que se parecieran a los que soñaba Carpanta, y tengo que reconocer que estaban calcados. Sin embargo, no todo fue felicidad con la popularización del pollo asado, porque no nos podíamos comer la piel, que era lo que más me gustaba, ya que -según mi padre también- en la piel se depositaban las hormonas que engordaban a estos bichos. Por lo visto, si te comías la piel, te crecían las tetas. Pasé la mitad de mi adolescencia bajo el terror de que me crecieran las tetas por culpa de esta afición mía a la piel churruscada del pollo. Qué vida.

La noticia del fallecimiento de José Escobar me ha traído a la memoria recuerdos sorprendentes. No sabemos de qué manera nos determinan las imágenes de la infancia. Yo acabo de entender por qué, cuando salgo del baño, todavía me miro los pechos con temor: porque no he perdido la afición a la piel.




Juan José Millás
Articuentos


12 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Qué genial Millás, no conocía este texto.
Es verdad que te meten cada cosa en la cabeza... y luego ya es casi imposible sacártela de encima.

Un abrazo guapa!!!

Elvira dijo...

Muy bueno el texto.

Pues yo conozco el caso de un chico al que le crecieron los pechos y le tuvieron que operar. Efectivamente, el doctor le dijo que era debido a las hormonas de los pollos que había comido. Lo que no sabía es que estaban especialmente en la piel. A mí me habían dicho que se depositaban más en el cuello y pechuga del pollo que en los muslos y contramuslos. Yo tomo pollo de corral, dicen que tiene menos porquerías en el cuerpo, pero sólo el pollo ecológico tiene garantías de estar limpio. Y este último tiene los muslos muy correosos porque en vez de estar quieto en un lugar comiendo a todas horas, corretea por ahí, y tiene los músculos más desarrollados, jaja!

Besos ^__^

jorge dijo...

1.- Millas uno de los grandes.

2.- Carpanta y los pollos van juntos.

3.- Vivi la misma epoca del paso de comida de pudientes a popularizada.

4.- Conoci las mismas historias de la piel y de las tetas (no crece el pecho, crecen esasa dos cosas).

5.- Imagino a muchas adolescentes comiendo piel de pollo. ¿no? ¡¡Ah!! que a las chicas la piel no les influye. Que cosas.

6.- Sigo comiendo de vez en cuando pollos asados, con piel, muslos, patas, y porque no ponen...
Mi barriga puede ser debido a que se equivocan de lugar las dichosas hormonas (menos mal que solo me sale una).

7.- Excelente entrada.

Anónimo dijo...

Ratifico que los pollos de corral no saben igul que los criados con pienso, ni los huevos tampoco. Mi madrese trajo pollos de la masada y .....MADRE MÍA!!!! hubo pollo para varios días pero, te chupabas los dedos, un sabor....

Y ratifico lo de las tetas, no exactmente el hecho, sino que cuando algo nos impacta de pequeños parece que lo tenemos grabado a fuego. Yo desde que vi en la pelicula mujercitas que una se ponía una pinza en la nariz para tenerla rspingona, yo cada vez que me la toco la empujo un poquito hacia arriba...jajaja, pero sigue igual de grande

Un besico respingon

Anónimo dijo...

Los pilares me los pasaré organizando mi nueva casa..porque sabesssss????? ME MUDO!!!!! vida nueva en casa nueva, en la Madalena...
cuando quieras te pasas a tomar un cafelin.
Otro besico

mojadopapel dijo...

En mi casa se comia pollo algunos domingos, era caro, y me gusta la piel también. Nunca compramos un pollo que pasara de kilo y medio para asegurarnos que no fueran hormonados. Que pena la muerte de Jose Escobar!!, nos dejo para la eternidad un Carpanta que reflejaba toda una época,

Noite de luNa dijo...

¿ Quieres decir que "esa" parte tan sexy de mi anatomía es por comer pollos?
Si dejo de comer pollos urbanos y los como de corral ¿Qué pasaría?
Y si a ello le sumo que amamanté a dos polluelas hace muchos años
¡Horror! no quiero pensarlo.

* Mi abuela me decía a veces que me parecía a Carpanta comiendo. No comía,devoraba

Besos

Emetorr1714 dijo...

Carpanta era uno de mis personajes de historietas preferido. Y la familia Ulises. Y alguno más.
Un beso Femmmmmmmmmmmmmmmmmmmmme

Danube S. dijo...

Oye que no puedo entrar en tu blog, Femme, es entrar y me da un hambre impresionante.
Ahora me apetece pollo, fffff... pon algo de lentejas, o de acelgas hervidas y tal a ver si asi se me quita este hambre.

Ay quiero pollo!!

Un bocado
CLsT Carpanta

Femmedchocolat dijo...

AH, SÍIIIIIIII, me chifla Millás, Carmen. Pocas veces enmivida me he divertido/reído tanto como un inolvidable día que paseé -tipo picnic- en el parque grande de aquí leyendo el "Articuentos", es de una mordacidad simpática realmente entrañable. Me encanta.

UN ABRAZO, BONITA
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O..tí, Elvira! No me digas? Jo, pues menuda broma. Pero.. por mucho que le operaran las hormonas le seguirían pululando por ahí, no? Qué miedo! mejor nos pasamos a la lechuga .
Yo había oído que pasaba con la pechuga; quizás de ahí venga aquello del " ...de lo que se come se cria..."

Yo tomo pollo de todas las formas. Y , ahora que mi madre no está -que era la más reticente a la piel de pollo ( por la grasa)-, me zampo hasta la piel, toda churruscadeta! ^_^ Jajajaja, normal que salgan conlas patas correosas, Elvira, es que los pollos de corral se pasan el día haciendo footing, jajjajajaja
Si es que no hay nada mejor que el "sillónball", ya lo digo yo siempre ....

`-`UN BESOTE, GUAPA
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1- Millás es estupendo, sí. Coincidimos

2-Carpanta es el sosías de Charlot pero en versión española, ...con lo cual: tiene su aquel... ^_^

3-Yo también viví siendo chiquitaja aquello de los asadores de pollos en los que , los domingos por la mañana había unas colas impresionantes, al menos en La Ostrería de Madrid, donde íbamos nosotros ( de cuando en cuando a por el pollo; a por el chocolate con churros: casi a diario a la vuelta del cole, que me pillaba de camino...)

4- Yo conocía la idea de la hormona, pero como Elvira, con respecto a la pechuga de pollo.

5- jajaj, pues no sé, yo sabía que lo que hacía efecto eran las almendras y la cerveza, y corroboro que en el año que me dio por hacer la prueba es cierto que hace efectooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Luego el problema fue retomar mi talla anterior, jajja. Lo de Anita Ekberg no me va ... ^_^

6- jajjaja... Necesitas un GPS de corral ?

7-Gracias ^_^

Femmedchocolat dijo...

Sí, es cierto que son mucho más sabrosos. Si ya sólo con verles el color en el súper parece que sean otra cosa y no pollos.
Jajajajja, eso de la pinza de Amy lo hemos hecho más de una!!!!!!!!!!!, jajjaja, yo también...

Ah, felicidades por tu casita entonces!!!!!!!! En la "Magdalena" estás???????, qué bien !!! Ahh, pues sí que podíamos quedar un día a tomar algo, pero no en casa, ( así no tienes que liarte ) sino por alhgún suitio majo nque te apetezca. En Millán (creo que se llama así, en el Coso Bajo, una especie de taberna antigua con toneles y carteles antiguos) dan un rancio estupendo y siempre está de bote en bote con mucho ambientillo. Y sinó nos vamos por cualquier otro sitio, esa zona es majísima. Sí, Colibrí, la verdad que me encantaría conocerte, así que cuando quieras y tengas un ratejo: quedamos!

^_^
un beso, preciosa
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La verdad que da pena cuando desaparece alguien que nos ha hecho pasar buenos ratos, verdad? Es como si nos mutilaran una parte de la piel... En fin.

Un besito, mojadopapel
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JAJJAAJ, NO LO DUDES!!!!!!!!!!!!! NO LOS DEJES, IGUAL TE DESINFLAS!, jajajjajajajajajajaja ( bueno, y en caso de que los dejes: pásate a la birra con almendras , por si las flies... jajajja

Que amamantaste a quien?


lo cuálo?


Pero qué leen mis ajos!

jajjajja

Un besote, guapa

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A mí también me hacía gracia, fandestéphane. No recuerdo que fuera especialmente mi favorito ( yo era más de la pequeña Lulú, que me parecía una cría """malísima""" a la que los chicos siempre querían liar malamente y le prohibían entrar al club que ELLA MISMA HABÍA CREADO,y ella siempre acababa escarmentándolos por la vía rápida y el método más ingenioso y a la vez simple. Era mi heroína total ... jajaj) Pero Carpanta estaba muy bien.

Un besoooooooo
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JAJAJJAA, BUENO, LA VENTAJA QUE TIENE ES QUE AL MENOS NO ENGORDA, ALGO ES ALGO.
LENTEJAS TENGO YO PARA HOY!, así que si quieres ...

^_^

UN BESOTE,cLst BONITA

Montse dijo...

Tiene mucha razón Millás, que hay recuerdos que se quedan grabados sin ton ni son y perduran ¡qué tiempos!.
En la época en que yo leía tebeos, los domingos siempre comprábamos un pollo asado y un "tortell" que es un hojaldre con nata, así podíamos ir todos de paseo y mamá no tenía que cocinar ¡y mira tú que vengo a acordarme ahora gracias a esta entrada tuya Femme!

Carpanta no era mi favorito, me gustaban más Zipi y Zape, las hermanas Gilda y Mortadelo y Filemón, pero lo que más me gustaba era la contraportada con "La rue del percebe" ¡me ría hasta con los más mínimos detalles! porque tenía muchos pequeños dibujillos en lugares estratégicos.

¡Ay, femme, qué buenos ratos nos haces pasar! ¡y que hambreeeee!