lunes, 9 de marzo de 2009

Un cuento de hadas

Imagen: Joszef Rippl-Ronai


Un cuento de hadas
(fragmento)



Un sábado, en un frívolo atardecer de mayo, Erwin estaba sentado ante una mesa, en la acera de un café. Observaba a la apresurada multitud, y, cada tanto, su incisivo mordíale fugazmente el labio . Tintes rosados coloreaban el cielo, y, mientras crecía el crepúsculo, las luces de la calle y los anuncios de los negocios despedían un fulgor sobrenatural. Una muchacha, anémica pero bonita, pregonaba las primeras lilas. El fonógrafo del café, adecuadamente, irradiaba el Aria de la Flor, de Fausto. Una mujer madura, vestida con un traje sastre negro, se abrió paso, meneando las caderas con pesadez, aunque no sin gracia, entre las mesas. No había ninguna libre. Finalmente, apoyó una mano, ceñida por un guante negro y brilloso, sobre el respaldo de la silla vacía que había frente a Erwin.

- ¿Me permite? -sus ojos, desde el velo corto de su sombrero de terciopelo, lo interrogaron con gravedad.


- Sí, naturalmente -respondió Erwin, y se incorporó, saludándola con una leve inclinación. La presencia de esas mujeres sólidas, con pómulos de corte masculino, recubiertos con espeso maquillaje, no lo perturbaba. La mesa recibió el resuelto impacto de la enorme cartera de la mujer, que ordenó una taza de café y una porción de tarta de manzana. Su voz profunda era algo áspera, aunque agradable. Las tinieblas invadieron el vasto cielo tiznado de rosa. Crujió un tranvía que pasaba, y sus luces inundaron el asfalto con sus lágrimas radiantes. Desfilaron bellezas con faldas cortas, seguidas por la mirada de Erwin. “Quiero ésta", pensó, mordiéndose el labio inferior. "Y aquélla, también".

- Creo que podríamos solucionarlo- dijo la mujer que tenía frente a él, con esa misma voz, ronca y severa, con que se había dirigido al mozo. Poco faltó para que Erwin se cayera de espaldas. La dama le ofreció una mirada intensa, mientras se quitaba un guante para sorber su café. Sus ojos, maquillados, ostentaban un fulgor duro y helado, suntuoso como el de las joyas falsas. Debajo de ellos, se abultaban gruesas ojeras y -algo muy poco frecuente en las mujeres, aun cuando tengan cierta edad- asomaban pelos por las ventanas de su nariz felina. Al quitarse el guante, descubrió una mano grande y arrugada, prolongada en uñas largas, hermosas y convexas.

- No te sorprendas -lo contuvo, con una torcida sonrisa. Ahogó un bostezo y añadió-: En realidad, yo soy el Diablo. Erwin, tímido e ingenuo, creyó que sólo era un modo de decir, pero la dama, bajando la voz, prosiguió de este modo:- Los que me imaginan con cuernos y una gruesa cola cometen un gran error. Sólo una vez aparecí bajo esa forma, ante un imbécil bizantino , y te aseguro que no me explico por qué tuvo tanto éxito.



Vladimir Nabokov
Cuentos completos

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6 comentarios:

Elvira dijo...

Ahora eres tú la que me ha asustado a mí (te has tomado la revancha, jajaja). Está tan bien escrito que ya estaba viendo la nariz peluda y la mano de uñas largas de la mujer-diablo. Besos ^_^

mojadopapel dijo...

Una variedad distinta pero igual de alimenticia.

el Kontra dijo...

"Los que me imaginan con cuernos y una gruesa cola cometen un gran error."

Me ha encantado femme, un grande Nabokov, pero también la imagen esta estupenda.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Está muy bién...muy sarcástica...
Y la pintura...contundente!!!

Un abrazo guapa!!!!

Anónimo dijo...

Jajajajjaja, Elvira . Sí, imagino que este cuento es el precursor de esas versiones cinematogáficas -a menudo comedia- que hemos visto "recientemente" en el cine . Toda esa hornada de pelis de los 80-90´s, ahora mismo me viene a la cabeza una con Elizabeth Hurley, "Al diablo con el diablo" y similares.

Besos pal susto ^_^
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Jejeje, sí, Mojado papel, una variedad "a la brasa" ¿no?,^_^

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Ya lo creo que un grande, El Kontra ( y concretamente ese libro es una joya. Me sorprendieron muchísimo sus cuentos. Es un pedazo de tocho impresionante, pero merece la pena leerlo)

Síiiiiiiiiiii, completamente de acuerdo contigo, la imagen me encanta. Tenía el fragmento reservado por ahí en depósito ( ya montado) casi casi desde que abrí el blog, pero no me convencía la otra imagen que le había puesto, por eso nunca llegué a subirlo. Y cuando , buceando por la red , me reencontré con ésta dije : ya está, ahora sí ! ^_^

Un beso grande .
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Sí, ya te digo Carmen, que es un libro de cuentos sensacional. Te gustaría leerlo seguramente .

Un beso, cielo

Marina dijo...

¡Claro que el diablo no tiee ni cuernos ni cola! ¡Cómo se lo puede alguien imaginar así? Hay mucha literatura suelta por el mundo. Claro que yo tampoco me lo imagino como una señora contundente, entrada en carnes y años, nononnnono
yo me le imagino...ummmm pues eso, lo que estais pensando jajajajajaja

Un besito endiablado jajajajjja.

Esto de la anestesia es mu malo, me deja soñadora jajajaaja.