miércoles, 3 de junio de 2009

El Club de la Buena Estrella


Imagen: Judy Mandolf



El Club de la Buena Estrella
(fragmento)



Mi padre me ha pedido que ocupe la cuarta esquina en el Club de la buena Estrella, sutituyendo a mi madre, cuyo puesto ante la mesa está vacío desde que falleció, hace un par de meses. Mi padre cree que la mataron sus propios pensamientos.

-Tenía otra idea nueva en su cabeza- dijo mi padre- pero antes de que pudiera expresarla, el pensamiento se hizo demasiado grande... Debió de haber sido una idea muy mala...

En 1949, dos años antes de que yo naciera, mi madre creó en San Farncisco una versión del Club de la Buena Estrella. Fué el año que mis padres abandonaron China con un baúl de cuero rígido que sólo contenía lujosos vestidos de seda. Una vez a bordo del barco , mi madre explicó a mi padre que no había tenido tiempo de recoger nada más. Aún así , él siguió urgando entre la seda resbaladiza , en busca de sus camisas de algodón y sus pantalones de lana.
Cuando llegaron a San Francisco mi padre la obligó a esconder aquellas ropas chillonas, y ellá pasó a llevar un único vestido a cuadros marrones hasta que la Sociedad de ayuda a los Refugiados le regaló dos vestidos de segunda mano. La sociedad estaba formada por un grupo de ancianas misioneras pertenecientes a la Primera Iglesia Bautista China que , mediante clases de estudios bíblicos los miércoles, y coros los sábados por la mañana , enseñaban inglés a los refugiados.

Así fué como mis padres conocieron a otras familias chinas.
Mi madre percibió que las mujeres de estas familias también dejaron atrás tragedias inenarrables en China, así como frágiles esperanzas que ni siquiera sabían expresar en su frágil inglés. Fue entonces cuando concibió el Club de la Buena Estrella.


La idea del club se le ocurrió una noche de verano tan calurosa que incluso las mariposas nocturnas caían al suelo desmayadas, sin poder agitar sus alas demasiado pesadas a causa del bochorno .Todo estaba tan lleno de gente que ni el aire podía circular. Mi madre , recluída en casa, ni siquiera se asomaba a la ventana . Fue entonces cuando pensó que necesitaba alguna cosa que le ayudara a moverse.
Su idea consitía en una reunión de cuatro mujeres, una para esquina de la mesa. En sus caras debía reflejarse el anhelo y su finalidad sería dar cada semana una fiesta a fin de recaudar dinero y levantar el ánimo. La anfitriona tenía que servir una comida especial para invocar la buena suerte en todos los aspectos de la vida : buñuelos en forma de lingotes de plata, largos fideos de arroz para tener larga vida, cacahuetes hervidos para concebir hijos, y por supuesto muchas naranjas de la buena suerte para gozar de una vida plena y dulce.
Y ahora , al final de su vida, debía de haber concebido otra idea... Esta vez una que fue su fin.
Mientras, yo paso a estar sentada en el lugar de mi madre , ante la mesa, en el lado de Oriente, donde todo da comienzo.


Amy Tan

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6 comentarios:

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Me encanta Amy Tan, esta noche vendré a leer el fragmento, ahora no me da tiempo..

Cuídate, besiños!!

Marina dijo...

me gusta, buscaré el libro y lo leeré... pero eso será durante las vacaciones... para las que ya no queda tanto.
Un beso mi niña. En cuentra tiempo y mándame un correo contándome ese montón de novedades que voy averiguando, Precuiosa repostera.
Muakkkkk

Elvira dijo...

Me gustó muchísimo el libro y también la película.

Besos con buena estrella ^_^

Odel dijo...

Un libro fantastico,que siempre queda en el recuerdo

femme d chocolat dijo...

Claro que sí, cuando quieras,Carmen, aquí estará.

UN BESOTE
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Es muy recomendable, Marina, a mí me encantó. Es mágico a capítulos.

Intentaré organizarme y escribirte, cielo... Pero es que mi chola no da pa más...

Un besote, y cuídate, ya te falta poco pa las vacas...^_^

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La peli no la he visto, Elvira, pero el libro me encantó, me pareció lleno de imaginación. No me ha pasado con otros de la misma autora.

Besos con buena estrella, sí ^_^

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Sí, Odel, así es


Un beso, guapa

Elvira dijo...

Pues la película no desmerece nada a la novela. Muy recomendable!