Un paseo en el Orient Express

Un paseo en el Orient Express

"La alfombra mágica hacia Oriente"

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Hoy os convido a pensarnos salidos de un relato de la mismísima Agatha Christie .

Directamente.

Hoy, por un rato, nos vamos de cena a uno de los, posiblemente, más emblemáticos lugares ciematográfico-literario-viajeros. Un tren al que hasta se le dedicó un foxtrot

Hoy nos vamos de viaje-cena al mítico Orient Express . ¡Toma ya! Yo invito

(... si es que estoy que lo tiro...)

Pero ¿cómo dices?, que no tienes tiempo ahora para venirte en un viaje tan largo? Claro que sí, ya no es tan largo! ; seguro que puedes sacar un ratejo , yo te cuento, ya verás:

Resulta que el otrora tren de larguísimo recorrido París–Constantinopla (vía Munich-Viena-Budapest-Bucarest), aquel hotel de superlujo y sobre ruedas que, echado a rodar el 4 de Octubre de 1883, llevase de aquí para allá a la crême de la crême de los grandes financieros, empresarios, sultanes y personalidades varias de la época, bien repantingados en sus coches-cama , ha decidido dar vía libre al "pueblo llino-llano" para poder vivir de nuevo la experiencia de viajar mientras cenan o almuerzan en este histórico tren .

Tal y como se hiciera en sus tiempos de mayor esplendor.

Y es que , aunque después de la Segunda Guerra Mundial el Orient Express redujo paulatinamente su recorrido y llegado el año 1977 cerró definitivamente sus vagones subastándolos al mejor postor , siempre quedan románticos amantes de salvaguardar retazos emblemáticos de la historia. Tal es el acaso del empresario americano James Sherwood que , tras pujar con el rey de Marruecos, consiguiera dos de aquellos originarios vagones y tras sucesivas pujas fuese añadiéndole otros de estilo y época similar (años 20´s) que encargó restaurar y unificar .

Paneles de caoba, nogal o teka y lacados chinescos volvieron a desempolvar los aromas de antaño de aquellas tapicerias repujadas en oro , de baños con sanitarios en mármol pero sin duchas y de coches-cama con interruptor para llamar al mayordomo (sí, ¡hay hasta mayordomo!), entre radiadores que se controlan autónomamente y ventanillas que se pueden bajar a mano con los que, en 1982, y pintado en azul marino y oro el Orient Express volvió de nuevo a la carga durante 30 semanas al año, repartido a través sus 17 vagones bajo el nombre de "Venice Simplon Orient Express, de Londres a Venecia "solo" (salvo una única salida al año desde París en dirección a Estambul) ((menos da una piedra)). Su precio (mejor siéntate) unos 7.200 euros (pero incluye estancias en hoteles de 5 estrellas , recorridos turísticos y cenas en Budapest y Bucarest).

El Orient Express, en 1911

Pero en la opción a la que hoy os hago referencia , el recorrido pequeño y gastronómico dentro de la propia Inglaterra , y saliendo desde la Estación Victoria (Londres) a las 11:55 de la mañana y retornando allí de nuevo a las 16:10 , o bien saliendo a las 19:30 horas y retornando a las 23:00, el viajero puede degustar unos inolvidables almuerzos o cenas, servidos con guante blanco y poco menos que cubertería de plata en su primoroso vagón comedor.

Y es que cuando en 1872, el belga Georges Nagelmackers concibiera (con el apoyo del rey Leopoldo II de Bélgica) poner en marcha un servicio de tren transcontinental que recorriera cómoda y lujosamente Europa, y hubiera un tiempo (1906) en el que una variante del tren circulara bajo el nombre de Simplon Orient Express ,verdaderamente este tren de simplón no tiene nada ((perdón por el chiste, pero es que lo tenía en bandeja...))

Construído con maderas nobles y decorado por el maestro vidriero y además joyero, el francés René Lalique, actualmente el precio de este mini-viaje de placer gastronómico oscila entre los 350 y los 600 euros -según horario- y por cubierto

¡Jopetas! Sí, lo sé ...

Normal por tanto que , en 1891 , Athanos, un delincuente griego hiciera descarrilar el tren para así secuestrar a cuatro personas por las que pedir un suculento rescate . Era como para pensarlo...

Pero no acaban aquí las peripecias que sucedieran abordo, ¡qué va!

Posiblemente, de hecho, quizás fuera el asesinato real de un enviado del gobierno francés -en su departamento y mientras estaba de travesía- , lo que diera pie a Agatha Christie a decidirse a subir a bordo del Orient Express a Monsieur Poirot y sus perspicaces bigotes , en el año 1934 , en una novela que llevaría de nombre "Asesinato en el coche de Calais" y que en un principio no se comió un colín hasta que su nombre fuera modificado y pasase a llamarse, tachán: "Asesinato en el Orient Express" . Pelotazo al canto y ventas millonarias (...lo que hace el marketing, eh?)

Sea como fuere, las hazañas del famoso detective a bordo del tren fueron tales y alcanzaron tal repercusión que no pudieron por menos que ser llevadas al cine por Sydney Lumet en 1974, con Albert Finney en el papel principal; (aunque sería sin embargo Ingrid Bergman quien se se llevara un Oscar como mejor actriz de reparto).

Pero también el escritor Graham Greene tomó como referencia al Orient Express para su novela "El tren de Estambul", o mejor aún : a la variante del Orient que sale desde Oostende (Bélgica), pues no todas las variantes del "Orient Express" parten desde París ni se llamar simplemente "Orient Express". Pero eso es otro tema y no el que tratamos hoy aquí .

Y es que el recorrido completo del Orient Express duraba seis días durante los cuales, cada vez que arribaba a una estación era recibido hasta con bandas de música. Lógico ,si tenemos en cuenta que se tardaron la friolera de 6 años en preparar las vías que unieran directamente París con el Bósforo. El Orient Express no sólo fue un tren de lujo, sino que supuso realmente la primera vía férrea de comunicación intereuropea. Hasta su llegada había tramos de Europa que obligatoriamente debían recorrerse en barco. Cómo pues no recibirles a bombo y platillo; ¡claro que sí!, y hasta con confetti

El orient Express en 1914

Lógico también que fueran monarcas del lado "recién recuperado" de Europa (Rumanía y Bulgaria) sus asiduos viajeros y más fervientes promocionadores ;circunstancia que hizo ganarse al Orient Express el apodo de "El tren de los reyes". ¿Cómo dejar escapar la magia implícita que tiene de por sí este tren entonces siendo escritor?; no se deja escapar, se escribe, que se lo pregunten sinó a Johnn Dos Passos ("Orient Express") o Lawrence Durrell ("El cuarteto de Alejandría" /Justine)

La cuestión es que, en el Orient Express este que sale de Londres, no se yo si nos servirán tal cual aquel menú que sirvieron entonces (uno nuevo, me refiero, no aquel mismo, clarostá), pero por si las moscas , yo os pongo aquí lo que fuera aquel primer menú del Orient Express, para que os vayais haciendo una idea de lo que posiblemente vayamos a tomar:

-Ostras

- Rodaballo en salsa verde
- Pollo "a la cazadora"
- Filete de ternera con patatas Chateau
- Caza menor en Chaud-froid - Semifrío de caza mayor
- Ensalada
- Pudding de chocolate
- Buffet de pastelitos

Así que ya sabeis: si vais a venir id apuntándoos ,

porque salimos de cena : ¡ ya !

Pero si por casualidad en vez de venir con nosotros, lo que te apetece es apuntarte por tu cuenta , puedes echar un vistazo a rutas y precios AQUI

Mapa de ruta de los distintos Orient Express

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Como agua para chocolate

Imagen: Gustav Klimt

Como agua para chocolate

(fragmento)

Cada vez que cerraba los ojos podía revivir muy claramente las escenas de aquella noche de Navidad, un año atrás, en que Pedro y su familia habían sidos invitados por primera vez a cenar a su casa, y el frío se le agudizaba. A pesar del tiempo transcurrido, ella podía recordar perfectamente los sonidos, los olores, el roce de su vestido nuevo sobre el piso recién encerado; la mirada de Pedro sobre sus hombros…¡Esa mirada! Ella caminaba hacia la mesa llevando una charola con dulces de yemas de huevo cuando la sintió, ardiente, quemándole la piel. Giró la cabeza y sus ojos encontraron con los de Pedro. En ese momento comprendió perfectamente lo que debe sentir la masa de un buñuelo al entrar en contacto con el aceite hirviendo. Era tan real la sensación de calor que invadía todo su cuerpo que ante el temor de que, como a un buñuelo, le empezaran a brotar burbujas por todo el cuerpo –la cara, el vientre, el corazón, los senos- Tita no pudo sostenerle esa mirada y bajando la vista cruzó rápidamente el salón hasta el extremo opuesto, donde Gertrudis pedaleaba en la pianola el vals Ojos de juventud. Depositó la charola sobre una mesita de centro, tomó distraídamente una copa de licor de Noyó que encontró en su camino y se sentó junto a Paquita Lobo, vecina del rancho. El poner distancia entre Pedro y ella de nada le sirvió; sentía la sangre correr abrasadoramente por sus venas. Un intenso rubor le cubrió las mejillas y por más esfuerzos que hizo no pudo encontrar un lugar donde posar su mirada.

Laura Esquivel

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Pavlova. Sinónimo de ligereza

Pavlova . Sinónimo de ligereza

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Idem que sucediera con la cantante Melba y Escoffier cuando éste, prendado por completo de ella, le dedicara un postre (los melocotones Melba) , también la bailarina rusa Anna Pavlova, considerada la mejor que haya dado jamás la historia de la danza, obtuvo su dedicación especial en forma de ligero pastel .

Sí , estoy hablando de las famosas Pavlovas .

Aunque nacida prematuramente en 1881, en San Petersburgo, y diminuta como fue en un principio, Anna Matveievna Pavlova, se convertiría años después en la más grande bailarina de danza clásica que haya dado jamás la historia . Su gracilidad y flexibilidad inigualables hicieron de ella el cisne por excelencia (cisne también, idem que sucediera con Melba, si bien "su" cisne en aquel caso era sólo algo colateral ...) No así en el caso de la Paulova, cuya intepretación de "El lago de los cisnes", su vibrante y a la vez frágil aletear , así como la inigualable velocidad de sus pies todavía emocionan viéndola tanto tiempo después.

Anna Pavlova. El lago de los cisnes

Compañera de otro grande: Vaslav Nijinski (imagen), sus dúos en los ballets de Diaghilev marcaron época en cuanto a la danza rusa se refiere; de la cual , su más ferviente admirador fue el propio zar Alejandro III .

Convertida en Prima ballerina assoluta, el carisma de esta mujer ha hecho que su nombre : Pavlova sea sinónimo de gracilidad -merecidísima, sin duda-, pero que además ha traspasado el ámbito de lo teatral.

Y esto sucedió el día en que , durante la visita de la Pavlova a Australia y Nueva Zelanda en 1926 , ( la que por cierto : fuera considerada como "El gran evento de 1926") , alguien hiciera como comentario en el hotel de Wellington donde ella se hospedaba y acerca de un postre -a base de una crujiente corona de merengue solidificado, en cuyo interior se albergaba una nube de vaporoso chantilly salpicado de fresas y un recién llegado a Nueva Zelanda: kiwi- , que "era tan ligero como la Pavlova" .

Para qué quieres oir más , a partir de entonces el postre quedó bautizado como tal, pero también nacía y crecía sobre él una extraña polémica . Sí. Porque , curiosamente, este postre que debería ser todo vaporosidad , dulzura y buen rollo, resulta que trae consigo controversia, la de dos lugares del mundo (aunque ciertamente bien juntos) que se lo disputan: Nueva Zelanda y Australia.

Sí ya sé... parecen en principio ser o pertenecer a la misma cosa, ¿no? Pues no, ellos se saben bien distintos.

La version australiana dice que el postre fue creado por el chef Bert Sachse mientras trabajaba en el Hotel "Esplanade" , en honor a la visitante más distinguida del hotel, la gran prima ballerina, Anna Pavlova . Aunque extrañamente aparece datada la fecha de su creación como: 1935.

Pero también los neozelandezes lo reclaman como suyo . Si bien en este caso parece, según cuenta Keith Money, el propio biógrafo de Ann Pavlova, que la versión que ella refería es esa de el hotel de Wellington (Nueva Zelanda) que os acabo de contar, y la de que su creador fue el Chef del hotel que, al parecer lo hizo inspirándose en su tutú , cuyo corpiño llevaba además bordados unos capullos de rosas bordeados con hojitas verdes.

(Yo desde luego... la creería a ella, que es quien estaba alli...)

Pero ... y aunque, de hecho, la primera referencia escrita que existe acerca de este postre , aparece en la revista "'Home Cookery for New Zealand", en 1926, bien es verdad que no aparece bajo el nombre de Pavlova, sino como : corona de merengue rellena con frutas.

Tendría que ser en el año 1927 cuando apareciese referido de nuevo en la misma revista, pero esta vez sí con el nombre con el que se le conoce hoy día: Pavlova

Parece bastante obvio entonces cual es el origen verdadero del postre , ¿no?

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Pues se ve que no, porque ellos todavía lo andan discutiendo ... Y diciendo erre que erre que no, que fue en 1935 y en Australia, cuando se denominó; si bien... quizas... a lo mejor.. puede que ... basándose en una receta neozelandesa anterior...

Toma castaña!

Sea como fuere, y pese a que la Pavlova fue una de las más grandes, el postre pocos datos históricos más, o anécdotas, nos puede aportar.

Así que mejor dejarlo estar y acogerse al sentido común...

Sí, al sentido común que dice que mejor hicarle el diente sin pensar, ¡corcho!

¡ y que a nadie le amargue un dulce !

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Carl Warner, algo más que paisajes

Carl Warner, algo más que paisajes

"Me gusta el modo en que los pequeños aspectos de la natureza
se parecen a los grandes".

Carl Warner

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Construidas sobre una mesa de 1,2 x 2,4 metros que descansa en el interior de una cámara frigorífica, el fotógrafo británico Carl Warner es capaz de crear pequeñas maquetas de paisajes hechos a base de alimentos que harían las delicias en los sueños de un glotón .

Mares de coles, barcos de melón, ciudades de queso, montañas de bacon, cabañas de churros, globos de raviolis, campos de lasagna... Y hay quien decía que ¡ Jauja no existe!, pues ya lo creo que sí, hoy: he aquí la prueba

¿Que no?

Nacido en Londres en 1955 y afincado en Australia desde hace ya algún tiempo , los "foodscapes" de Carl Warner (en la imagen) desde luego no dejan indiferente a nadie, y sinó que se lo pregunten a las cadenas de supermercados y firmas de alimentación de toda Europa , que se pirran por sus imágenes .
Con mayor o menor eficacia a la hora de plasmarlos , desde luego su imaginación y el saber ver mundos ocultos en el interior del cajón de las verduras tienen su aquél . Observación y composición primero, fotografía y retoque fotográfico después sus parajes vegetales , así como las ciudades de tornillos parece que van a tener su continuidad en mundos y ciudades de chocolate ...

¡Lo que nos faltaba! ( al menos a mí, que a esa ciudad podría ir pocas veces si no quiero terminar detenida por asalto al mobiliario urbano ...)

Delicias de bacon, lo podríamos llamar...

Un mundo de berzas...

Claramente la Toscana, a base de pimientos, ajo, tomate y queso

Arboles de brécol , montañas de boniato

Halloween al aroma de ajo

Casas de queso , toldos y cestos de macarrones, caminito de arroz ...

Qué cálidos los farolitos

El bosque de apio

Al rico churro entre rosquillas ...

Mares de salmón surcados por la vaina de guisante

Los Alpes del jamón

Arboles de col , boniatos , desfiladero de pan y como cielo : col morada

...Esos hongos, que nos hacen ver marcianos...

En fin, si eres capaz de seguir viéndolo tranquilamente sin tener que salir disparad@ al frigo... a lo mejor te apetece echar un vistazo a más parte de su obra AQUI

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La melancólica muerte de chico ostra

imagen: Tim Burton

La melancólica muerte de chico ostra

Se le declaró en la costa,
y en la playa fue la boda.

Su larga luna de miel
en la isla de Capri fue.

Para la cena el mesero
les puso un solo platillo:
un gran caldo de mariscos.
La novia pidió un deseo.

Y el deseo se realizó.
Dio al fin a luz un bebé.
Pero éste ¿era humano o no?
Bueno, quizá. Tal vez.

Diez dedos en pies y manos,
y demás órganos sanos.
Podía sentir y escuchar.
Pero ¿normal? No, ni hablar.

Este engendro antinatura,
este cáncer indecente,
era la imagen viviente
de toda su desventura.

Ella se quejó al doctor:
“No es hilo de mi madeja.
¿De donde sacó ese hedor
a salmuera, pez y almeja?”

“Y ha sido usted afortunada.
Yo la semana pasada,

trate a una niña con pico
y tres orejas. ¿Me explico?

Si es mitad ostra su niño,
búsquese a otro a quien culpar.

-Y añadió con cierto guiño

-¿Se ha puesto a considerar

una casita en el mar?”

No sabían como llamarlo.

A veces le decían Carlo
y a veces -con voz perpleja-

“eso que parece almeja”.

Encogido el corazón,
ninguno en verdad sabía
si el chico ostra algún día
rompería el caparazón.

Los cuatrillizos Montalvo

cierta vez se lo toparon.
Le espetaron un “¡Bivalvo!”

y enseguida se escaparon.

Una tarde en que llovía,

Carlo se sentó en la calle.

Y miró arremolinarse

el agua en la alcantarilla.

Aparcada en la cuneta,

conmovida y afligida

su madre daba salida a

su congoja secreta.

Ya se habían acostado
una noche, y ella dijo:

“Cariño, huele a pescado

y yo creo que es nuestro hijo.

Y aunque dicen que una dama

debe callarse esas cosas,
me parece que le endosas

tus problemas en la cama".

El probó cuanta loción

pudo hallar en el mercado.
Tenía el cuerpo colorado

y comezón, comezón.
Y de rascar y rascar

la piel le empezó a sangrar.

El doctor, tras una pausa,dijo:
“El remedio a su mal
podría ser su misma causa.
Las ostras, como sabéis,

dan gran potencia sexual.

Supongo que si os coméis

a vuestro niño podréis
saciar el ansia carnal.

Se acerco muy de puntitas,

muy a oscuras y encelada,
porque no notara nada

quien le daba tantas cuitas.

Y en voz muy baja le dijo:

“Carlo queridísimo, hijo:

no quisiera interferir

ni causarte desconsuelo.

Pero ¿has pensado en el cielo,
o te has querido morir?”

Carlo parpadeó al oírlo

pero no le dijo nada.

Su papi apretó el cuchillo

y se aflojó la corbata.

Cuando lo levantó en vilo,

Carlo le mojó el abrigo.

Y en su boca ya la valva,

se escurrió por su garganta.

En la costa lo enterraron,

en la arena, junto al mar.

Una oración murmuraron

y se fueron a cenar.

Una cruz que daba pena

marcaba su sepultura

y unas letras en la arena

prometían vida futura.

Pero al subir la marea

una ola grande y fea

borró sin pena ni gloria

para siempre su memoria.

De regreso en el hogar,

él se le empezó a acercar.

Le besó y le dijo:

“Bella,hagamos otra faena.”

“Pero esta vez –susurró ella-
pidamos que sea una nena.”

Tim Burton

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Orson Welles, su seguro servidor

Orson Welles, su seguro servidor

"No preguntes qué puedes hacer por tu país:
pregunta qué hay para comer"

Orson Welles

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Si, seguro que has oído hablar de él. Es el inconfundible Ciudadano Kane, digo Orson Welles; aquel que lanzando un órdago a las autoridades policiales del Tío Sam , hizo correr por las calles las patrullas de policía ante la desbandada en masa del personal neoyorkino tras aquella pequeña "bromita de ná..." en la radio

(Bah!... paparruchas!...

... Que se asustan por todo...)

Sí hombre, estoy hablando de el día en el que por la radio, se retransmitió como cierto el falso ataque alienígena de "La Guerra de los mundos" ; de H G Wells.

Huy!, por qué poquito... Welles-Wells, una minucia sin importancia) , y tras el cual terminó diciendo aquello de "Orson welles, su seguro servidor" ...

Y se quedó tan pancho.

Corría el año 1939 y ante el mundo acababa de nacer un icono.

Nacido como George Orson Wells (1915-1985), fue un hombre polifacético; un creativo que , sin duda, revolucionó el mundo del cine. Entre otras, sacándose de la manga una de las mejores pelis que haya dado el cine jamás, o al menos aquella que marcó un antes y un después en este, llamada "Ciudadano Kane", y hecha con dos duros ; literal; o al menos: con mucho menos de lo que aparenta (... la falta de financiación iba a ser la pauta que marcaría su vida y su final...) aunque esta vez bajo la tulela de Mankiewicz, eso sí, algo es algo...

Y es que, Orson talento tenía, y astucia también, y parece que eso ... en ciertos casos donde empiezan a alargarse los rodajes y escasear los presupuestos: es más que suficiente para hacer de pronto una genialidad.

En su caso, y cuando vio pender sobre la peli la espada de Damocles, aprovechó decorados y equipo de otros (para otras pelis, y durante los periodos de entre tomas mientras los demás comían o ya habían recogido) : llegando y montando el chiriguito , rodando lo que necesitaba; y de este modo a lo strangis, tan sagaz , fue haciéndose china-chana las tomas que le faltaban para su peliculica.

Ole ahí!

¡Cómo!, ¿que no lo sabías..? Pues sí .

Pero claro, te estarás preguntando porqué traigo hoy aquí a tan orondo personaje, aunque lo puedes imaginar...

Y es que a nuestro amigo, le gustaba el buen comer. Sí, ya sé que viéndolo no lo podías ni sospechar; pero así son las cosas...

Pues más te sorprenderás todavía si te cuento que Wells era un maestro en cuanto al arte de la ensalada se refiere.

...Y luego dicen que la lechuga adelgaza... ¡Miau!

"Hay que removerla delicadamente, con manos de ángel"

Orson Welles

Bueno, concretamente se dice que para lo que tenía verdadera mano era para aderezarlas, y que lo hacía -entre otras cosas- con vinagre de Jerez, al que consideraba el mejor del mundo .

Qué más quisieron oir en Jerez, claro .

Ipso facto fue nombrado cuarto miembro de la Orden del Tío Pepe, ( no es chiste) .

Y años más tarde , cuando filmara en España "Campanadas a medianoche", incluiría en ella su famoso monólogo alabando el vino de Jerez

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(También Domecq le contrató para una campaña publicitaria de su jerez , allí sherry, emitida en Norteamérica y que tuvo enorme repercusión) .

Pero no sólo de ensaladas se alimentaba nuestro amigo, ¡qué va! Tenía una dieta de lo más variada que además de incluir puros y whisky , también incluía pasta (de la de comer), y para la que -harto de tomar siempre la misma versión- ideó una nueva salsa bolognesa , apodada a partir de entonces como Bolognesa a la Orson Welles, y que incluía tabas y salsa inglesa.

Pero entre puro y puro, cócktailes varios con Hemingway , discusiones maritales con la Hayworth (Rita) que andaba perdida entre espejos , en "La dama de Shanghai" y no sé qué más... a Welles comenzaron a llegarle los tiempos de las vacas flacas .

Sin financiación para las pelis , cada vez menos papeles como actor, y creciéndole los pleitos en los juzgados, empezó a recurrir a las campañas publicitarias , para las que hizo varios anuncios . Por ejemplo este que os traigo aquí; de guisantes congelados

Y es que a nuestro amigo, el tema de la comida podía llegar a ponerle de los nervios, pero también servirle de aliciente que le incitara a hacer algo. Y si no : lee aquí lo que el propio Alejandro Jodorowsky nos cuenta acerca de cómo tuvo que "seducir" a Welles , mediante la cocina, para que interpretara un personaje en una película que finalmente no llegó a terminarse : Dune.

"Sabía que estaba en Francia, pero, amargado por no encontrar productores, el hombre no quería oír hablar de cine. ¿Dónde encontrarlo? Nadie supo decírmelo. Yo había oído decir que al maestro le encantaba comer y beber. Le pedí a un ayudante que telefoneara a todos los restaurantes gastronómicos de París preguntándoles si Orson Welles era su cliente. Después de innumerables llamadas, un pequeño restaurante, Chez le Loup, nos confirmó que una vez por semana, no un día concreto, el actor cenaba ahí. Decidí comer en ese lugar todos los días. Comencé el lunes.
El local era de una elegancia discreta, con un menú refinado y una carta de vinos excelente. Lo atendía el propio dueño. Todas las paredes, menos una, estaban decoradas con reproducciones de cuadros de Auguste Renoir. En el muro de excepción, dentro de una vitrina, había una silla rota. Le pregunté al dueño el porqué de esa extraña decoración. Me dijo: "Son restos que nos llenan de orgullo: una noche, Orson Welles comió tanto que la silla que lo sostenía se rompió". Volví el martes, el miércoles, el jueves… Enorme, envuelto en una gran capa negra, llegó el actor. Lo observé con la misma fascinación con que un niño contempla en el zoológico a los grandes animales. Su hambre y su sed eran fabulosos. Lo vi devorar nueve diferentes platos y beber seis botellas de vino. A los postres, le envié una botella de cognac que el propietario me aseguró era el preferido de su voluminoso cliente. Orson Welles, al recibirla, con gran amabilidad me invitó a su mesa. Lo escuché monologar una media hora sobre sí mismo antes de que me atreviera a proponerle el papel. No me interesa actuar. Odio el cine actual. No es un arte, es una industria asquerosa, un inmenso espejismo hijo de la prostitución". Tragué saliva, su decepción era gigantesca. ¿Cómo entusiasmarlo para que trabajara conmigo?
Me puse tenso, creí que había olvidado todas las palabras pero, de pronto, me oí decirle: "Señor Welles, durante el mes que durará la filmación de su papel, prometo contratar al cocinero jefe de este restaurante, quien cada noche le preparará todos los platos que usted pida, acompañados de los vinos y otros alcoholes de la calidad y cantidad que a usted se le antoje". Con una gran sonrisa aceptó firmar el contrato. "

Curioso! ¿no?

Es una lástima que alguien que había comenzado su carrera con semejantes brotes de genialidad, y que nos dejara en un ay!, dando vueltas en la noria intentando descubrir a "El tercer Hombre"... acabara desencantado por completo , y poco más que a la espera de alguien que quisiera contratarle .

Orson Welles murió en 1985, en Los Angeles, mientras mecanografiaba unas escenas para la que iba a ser , esta vez tampoco, su última película .

Su infinito amor a nuestra tierra, y los buenos ratos que en ella pasó hicieron que fuese elegida como el lugar donde descansan sus cenizas. Concretamente en Ronda, en la hacienda de Antonio Ordóñez, donde por lo visto pasó un verano cuando tenia dieciocho años .

Sea así, pues.

Winslow Homer. Días de granja

Winslow Homer. Días de granja

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Tal y como había prometido, había una segunda parte temática de este autor (Aquí la primera) . En esta ocasión circunscrita, como veis , al ámbito rural , granja y similares. Espero que la disfruteis.

Puedes encontrar más de Winslow Homer :AQUI y AQUI