lunes, 6 de diciembre de 2010
Christopher Denise. Fiesta en la cocina
domingo, 21 de noviembre de 2010
Magia, ilusión y emoción. El clan

El Clan
Hola, hola a todos. Jo qué ganas tenía de vover a estar por aquestos lares otra vez. Y volver a veros y todo eso de recuperar de nuevo la vida que yo tenía antes, jajajja
A ello voy.
domingo, 24 de octubre de 2010
Volován, qué práctico para una fiesta




Autoretrato en la imagen).

¡Menuda !

Bordeando casi casi lo mafioso pero en el siglo XVII. Con "encarcelamiento" y extorsión incluídos para conseguir la receta secreta por parte de un pastelero de nombre "Mosca" (no os riais ... es verídico)... Aquel, que otrora había sido su colega en un obrador ,y que posteriormente se atribuyó ni más ni menos que el mérito de su invención a base de engañar con falsas promesas de "sociedad" y negocio al joven Gelée -a quien tenía recluído en una celda donde le hacía trabajar a marchas forzadas-, aquel...tras 3 días de observación por una mirilla y sin que Claude lo supiera... aquel, como digo, hermano mayor de la "familia" Mosca: ¡logró dar con el secreto de la fórmula que Claudio (en la imagen) guardaba tan celosamente!
:
.
Sea como sea, la cuestión es que aquella lámina de masa mantecosa como veis, ha dado una mil vueltas -nunca mejor dicho-, hasta llegar a nosotros
De modo que, la próxima vez que te comas un hojaldre, o un volován recuerda el increíble mérito y prueba de resistencia que entraña esa cosita que aparenta ser tan frágil y ligera.
Que lo disfrutes
martes, 12 de octubre de 2010
Recogiendo huevos .El gallinero en el arte

El gallinero en el arte
Imagen: Giacomo Ceruti

Imagen: Charles Haigh Wood

viernes, 3 de septiembre de 2010
¡¡¡ Chantatacháaaaaaaaaan !!!

Después de tantos meses de ilusión, ganas y trabajo... De dejarme la piel, las manos, el dinero y los sesos en el empeño... he de decir que "la criaturica" ha llegado a buen puerto y aquí está. Es una realidad, ya hasta dice "ajo" y toó ... jajajja
Tanto para los que andabais en precedentes y algo sabíais, como para aquellos a quienes la noticia os ha pillado de sorpresa, aquí os presento mi sueño, ilusión y esfuerzo: que lleva impreso el : "hecho con todo amor y esfuerzo" , incluído en la etiqueta, como segundo nombre.
Me da mucho pudor enseñarlo, aunque emoción también, pero sé que estoy entre amigos y que os va a doler más si sabeis que esto anda chutando y yo no os he dicho nada, así que allá va: y,.. por favor sed clementes y poneos en mi piel... estoy empezando, con más ilusión ,ganas y ...-porqué no decirlo-: miedo ,que otra cosa ... Así que porfi no seais muy duros con esta pobre primeriza ^_^
Espero que os guste ^_^
Un beso enorme a todos
domingo, 29 de agosto de 2010
La tienda de dulces .Un recorrido por el arte y la historia
Un recorrido por el arte y la historia


Resulta que los primeros dulces que comenzaron a comercializarse se hicieron a través de las antiguas boticas, hoy día farmacias. En su origen eran simplemente una mezcla de azúcar y hierbas empleados con fines medicinales -tipo anisetes y tal-, ideales para la indigestión o los problemas de gases. Y todavía hoy nos quedan algunos derivados de aquellos primerizos: los caramelos de menta, por ejemplo.
Y aunque ya los antiguos egipcios y chinos se daban algún que otro homenaje dulce confitando frutas o embebiendo nueces en miel, y en las bacanales romanas y griegas las frutas confitadas iban que volaban.., tras la invasión bárbara la cosa cayó en desuso, y no sería hasta el siglo XVll el que los primeros caramelos hechos a base de azúcar de remolacha se implantaran en Inglaterra o Estados Unidos como tales.

Imagen: Daniela Volpari ( gracias Klimtbalan)
La cosa es que, aunque empezaron su andadura americana primero en forma de sirope, en el área de Nueva Amsterdam -hoy día Nueva York-, comenzó a surgir con paso firme una especie de amalgama de almendra triturada y azúcar que ,con el nombre de marzipán (marzipán, mazapán, lee AQUI ), empezó a ganar adeptos. Y con ellos: llegaron las probatinas.
Imagen: Victoria Heryet

martes, 17 de agosto de 2010
¡Coco**, coco, coco fresco!

**Nota= Curiosamente , y aunque a nosotros llegó traducido como coco pues en francés se le llama asi, no es al agua de coco a lo que el cuento se refiere, sino al agua de regaliz , tal y como expliqué en la entrada anterior: LEELO AQUÍ
La estupefacción fué general. El manuscrito que me entregaron me dio la clave de aquel sorprendente legado.
»Pues bien: mi estrella, mi cometa, mi viernes, mi número trece, mi hechicero, ha sido, sin género de duda, el vendedor de coco.
»Al día siguiente no cobré pieza alguna, pero maté a un perro que corría y que yo confundí con una liebre, y a una gallina, que se me antojó perdiz. Vi posarse en un seto un pájaro; disparé, y salió volando; pero un mugido espantoso me dejó clavado en mi sitio. El mugido no se calló hasta el anochecer. ¡Ay! Mi padre tuvo que pagar a un pobre granjero con el valor de la vaca.
»Veinticinco años.—Cierta mañana me encontré con un anciano vendedor de coco, muy arrugado, muy encorvado, que se arrastraba con dificultad apoyándose en un bastón y como doblado por el peso de su fuente. Me dio la impresión de que era una especie de divinidad, el patriarca, el ascendiente, el gran jefe de todos los vendedores de coco del mundo. Me bebí un vaso de coco y le pagué un franco. Una. voz profunda, que más bien parecía salir del depósito metálico que del hombre que lo llevaba, gimió: «Esta acción os traerá buena suerte, señor.»
»Y, por último, he aquí cómo no llegué a ser prefecto por la intervención de un vendedor de coco.
»Había habido una revolución. Me invadió el ansia de hacerme hombre público. Yo era rico, apreciado, tenía relación con un ministro; le pedí una audiencia, indicándole el objeto de mi visita. Me fue concedida en los términos más atentos. »El día señalado—era verano y hacía un calor terrible—me vestí de pantalón claro, guantes claros, botines de tela clara con las puntas de charol. Las calles echaban-fuego. Se hundían los pies en las aceras, que . se derretían; las grandes cubas de riego convertían la calzada en cloaca. Los barrenderos amontonaban de trecho. en trecho aquel fango cálido, y como si dijéramos artificial, y lo tiraban por las alcantarillas. Sin pensar en otra cosa que en mi audiencia, caminaba yo de prisa; de pronto me encuentro con uno de esos barrizales; tomo impulso... A la una..., a las dos... Un pregón agudo, terrible, me rasga los tímpanos: «¡Coco, coco¡, ¿Quién quiere coco?» Hago involuntariamente un ademán de sorpresa..., resbalo... Fué una cosa lamentable, atroz... Me encontré sentado en el fango... Mis pantalones habían tomado un color oscuro, mi alba camisa estaba salpicada de barro, mi sombrero nadaba a mi lado. La voz furiosa, ronca de tanto gritar, seguía vociferando: «¡Coco, coco!» Y delante de mí había veinte personas, dobladas de risa, mirándome y haciendo gestos horribles. »Volví corriendo a casa. Me mudé de ropa. La hora de la audiencia había pasado.»
El manuscrito terminaba así:
«Hazte amigo de un vendedor de coco, mi querido Pedro. Por lo que a mi respecta, me iré contento de este mundo si en el momento de morir oigo a uno de ellos pregonar su mercancía.»
Guy de Maupassant
miércoles, 4 de agosto de 2010
Agua de regaliz. Qué refrescante gazapo

(el texto original de Maupassant y el coco en la siguiente entrada ...)

Cuando yo era cría era frecuente ver a los vendedores de palos de regaliz (en la imagen) , que no sé porqué eran conocidos en mi ámbito estudiantil como: "palulús"; pero eso es otra historia.
La cuestión es que lo que yo nunca llegé a conocer, por más que sí lo hubiera leído mil y una veces en las historias de Guillermo, es la famosa agua de regaliz que tan de rechupete le sabía a él.

El agua de cocción de raíz de regaliz macerado con un poco de limón, y en ocasiones aderezado con menta, es un remedio antiquísimo para combatir el calor en las épocas de estío que ya se empleaba como remedio eficaz en el antiguo Egipto.


Y cuando digo en las calles quiero decir : literalmente en la calle , pues eran los vendedores ambulantes quienes con su fuente árabe -una réplica de aquellas, se entiende- y ataviados con su cinturón llenito de tazas de plata, se paseaban arriba y abajo gritando aquello de :

Hoy, en estos días en que padecemos semejantes calores, y penurias económicas laborales, digo yo, ¿no sería interesante que volviera a circular un tipo de mercado semejante?
Si ví alguno alguna vez fue sólo en las viñetas de Carlitos y Snoopy , ilustraciones infantiles, o algo similar.
No sé ... Ahí lanzo la pelota. Por si alguien la quiere escuchar