miércoles, 22 de octubre de 2008

Imagen: Gotthard d Khuel



De verdad que no comprendo. Por más que le doy vueltas no entiendo . Jamás en mi vida ví algo igual , y eso que hace tiempo que observo. Pero no hay tutía , ¡ni por estas! y eso que alargo la oreja ... pero ¡quiá! , ¡ que no me entero! ¡Qué dos pan sin sal chiflados, y parecían tan serios! ... ¿Pues no llevan rato y rato hablando?, -bueno, hablando, éso que hacen-...¡una conversación pá besugos!... Vaya dos pollitos pera.
Él llego hará ya un buen rato y eligió la mesa al fondo. El rincón de la ventana. Y en la mesa justo al lado dejó el ramo que traía . Al ratito llegó ella, sofocada, abanicándose ; de reojo miró apenas , y en la mesita de él, sin decir nada del ramo, apurada fue a sentarse.

-Menos mal -dijo, sin fuelle - le temí a usted en el horno.

-No se preocupe; estoy bien. Con un poco de empanada, pero ¿ve? sigo templado.

Atónita ojiplática , sin dar crédito a mis orejas , no pude por menos que quedármelos mirando . ¿Pero qué rayos decía aquel pavo?

-Yo en cambio... ¡míreme! ¡ Un flan!

-Yo diría que... un bollito- sonrió él por lo bajini. Mientras ella muy nerviosa y sin ni dar pie con bola empezó a rebuscar ... ¿un segundo abanico en el bolso?

-Es un buen tomate... Dulce. No tema. Y menos guisándolo aquí , ésto es la Crême de la crême, no lo olvide . La flor y nata parisina entra y sale , y viene en ronda cada tarde.

-Eligió usted bien entonces ... Un bombón de tapadera; difícil podernos pescar. Qué chicharrina, por dios ¡Qué calor, me estoy asando!

-Será una balsa de aceite, Dulce, créame, se lo aseguro ; no está el horno para bollos... Pero, metámonos en harina, antes que esto esté de bote en bote . Dígame, ¿ha pensado ya ... en la guinda del pastel?

-Yo... la verdad ... ... ¡Qué decir!... (La percibí turbada, pobre . ¡Normal!, con semejante charla ¿quien es la guapa que entiende?! )

-No lo eche en saco roto, ¡piense!.. y por favor le ruego , dígame usted algo .En cinco minutos seremos sardinas en lata .Y aunque aquello ... ya sabe... sea ya harina de otro costal ,¿de veras no se harta de estar siempre en conserva? ¿De veras no querría un hombre que ansíe hacerle la rosca?... ¿De veras... no... .. no ...?

Colorada cual tomate, ví acelerarse la velocidad del abanico . No fueron cinco minutos, ni siquiera apenas dos. Una riada de gente irrumpió de pronto en el establecimiento como a toque de corneta , en el minuto justo y lugar de moda del Todo París donde quedar. El jolgorio de las carcajadas y gritos de saludo entre el cacharrear de las tazas y platos surcando las mesas ensordeció un tanto sus voces . Y aunque los estuve mirando , no acerté a desentrañar .Un chillido de saludo de una punta a otra de la barra me hizo involuntariamente mirar . Y yo no sé qué pasó ni qué fue lo que se habrían dicho pero cuando tras el despiste retorné a la mesa los noté más tímidos, pudorosos ... Por momentos cada vez más rojos. Como con verguenza . ¡Mi oportunidad perdida de poderlos pescar!

Y andaba yo en estas, lamentando mi suerte, cuando de pronto me dio por observar . ¡Con las manos en la masa, y de la forma más tonta, fue justo como los fui a pillar!
Mientras en la parte de arriba, cada uno miraba ausente , opuestos , uno para cada lado, por debajo de la mesa y con las rodillas bien juntas rozando, él la tomaba a ella tierna y cariñosamente , muy pero que muy cómplicemente de la mano.



femme d chocolat
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4 comentarios:

Abriles dijo...

jejejeje ¡genial!¡Que facil es sentir el azoramiento de la pareja!

Anónimo dijo...

jejeje, me salió sin pensar. Me encontré el cuadro navegando por ahí, y salió la historia del tirón.
La verdad que me divertí escribiéndola sólo a base de giros.

Un besico, cariño

Abriles dijo...

¡Anda...y es tuyo...no lo sabía...!

Anónimo dijo...

Sí, los que van con letra más clarita ( así como color vainilla) son mis textos

^_^

Un besete